La moda de los productos de diseño esconde artificios y se contrapone a lo natural. El anuncio de que vamos a una comida de diseño predispone el estómago a pasar hambre y a nuestro bolsillo a gastar un pastón. Un traje o un edificio de diseño suele ser feo de solemnidad a la par que incómodo, aunque nadie ose criticarlo por el qué dirán. Ahora llega al mercado laboral la huelga de diseño o la movilización “sub prime” ya que cuesta mucho más de lo que vale. Los sindicatos no quieren desairar a Zapatero pero ante la presión de la opinión pública enseñarán la patita. Para no poner en un brete al Gobierno, como ocurrió con las que le montaron a González y Aznar, no han convocado una huelga sino una movilización gratis total.
De la defensa de los cuatro millones de parados oficiales y de los cinco reales nada de nada. La movilización del sábado es un lavado de cara de unas organizaciones que están a pachas con el Gobierno en la defensa de sus intereses y de los que aún conservan su empleo, jaleados por los liberados sindicales que sumados podrían constituir la mayor empresa de España. Zapatero puede encabezar perfectamente la manifestación ya que el Gobierno se irá de rositas y los palos se los llevará la CEOE y, sobre todo, Esperanza Aguirre.
Si la ministra de Economía escuchara a Trichet y no a los falsos aduladores sabría que el BCE ya nos ha dado un aviso y que los tipos de interés se decantarán por subidas en 2010. Elena Salgado no tiene la opción de devaluar la moneda como Solchaga y así ganar competitividad. Sólo caben medidas de política fiscal en una mano y la reforma laboral en la otra y con ambas escoge el camino equivocado. Ni siquiera Obama es ya un referente cuando anuncia que lo correcto es bajar los impuestos y no subirlos para crear empleo. El Gobierno tiene tantos frentes abiertos que la manifestación del sábado será casi un bálsamo para su maltrecha credibilidad. Sólo Madrid se beneficiará de la marcha ya que cien mil movilizados, además de gozar del AVE y de “Cortylandia” tendrán que comer y hacer sus necesidades y para ello, como decía el marqués de la Valdavia: «En Madrid y con dinero…, Baden-Baden».
Artículo publicado por Jesús Fernández Briceño en el diario La Gaceta (Madrid), el 11 de diciembre de 2009
El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, dio un repaso al Gobierno de Zapatero, especialmente a sus ministros de Economía y Trabajo, en su intervención en la jornada organizada por Nueva Economía Fórum. No dejo títere con cabeza, salvo al Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, con quien comparte tesis sobre el exceso de endeudamiento y la necesidad de la reforma laboral. Trichet dijo que en la última década la economía española ha mostrado un fuerte crecimiento en términos de producción y, en particular, en la creación de empleo. Además, cuenta con algunas empresas líderes mundiales en sectores importantes como la energía, las comunicaciones y la banca.
El déficit público tanto de 2008 como de 2009 superará el 3%, según Solbes, quien ha anunciado que el próximo viernes presentará el nuevo cuadro macroeconómico para 2009. Por su parte el presidente del Gobierno ha declarado que no ve razones para que las agencias de rating rebajen la calificación de AAA para la deuda a largo plazo de España. «Desde nuestro punto de vista no hay razones para ello (para rebajar la calificación de la deuda), primero por la fortaleza del país (y también por) la solvencia de las cuentas públicas», dijo Zapatero. La noticia positiva del día es que la agencia de calificación Fitch ha mantenido el rating crediticio de España en AAA con perspectiva estable. Fitch dice que ve el aumento de la deuda del Estado español al 48% respecto al PIB para finales de este año, mientras que el déficit crecerá al 5% en 2009 y 2010. Ayer, S&P puso en vigilancia negativa la calificación triple A del Reino de España. Otro dato relevante del día es que el precio de la vivienda en España cayó un 8,8% en 2008 respecto al año anterior, con lo que el coste de los inmuebles regresa a los valores de la primera mitad de 2005, según el Indice de Mercados Inmobiliarios Españoles (IMIE) elaborado por la sociedad de tasación Tinsa. Según los datos de la tasadora, se trata, además, del décimo descenso consecutivo y una caída un punto superior a la experimentada en el mes de noviembre, del 7,8%.

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