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Telefónica espera mayor crecimiento y rentabilidad en las TIC

El presidente de Telefónica, César Alierta, ha presentado hoy, durante su intervención en el Mobile World Congress, un futuro de mayor crecimiento y rentabilidad para el sector TIC en los próximos años. Alierta, que ha intervenido en la sesión inaugural del Congreso que se está celebrando esta semana en Barcelona, ha desglosado un panorama prometedor para la industria, que desde 2010 vuelve a recuperar sólidos ratios de crecimiento.

De hecho, de acuerdo con las estimaciones de analistas de la industria , el sector TIC volverá a crecer a tasas medias anuales del 4,3% durante los próximos cincos años, impulsado especialmente por el comportamiento de regiones emergentes, como Asia-Pacífico y América Latina, que crecerán a ritmos superiores al 5% y 6% de media anual, respectivamente. Estas optimistas perspectivas vienen impulsadas, en palabras de César Alierta, por el crecimiento esperado en el sector de las telecomunicaciones, con la banda ancha (fija y móvil) y la explosión del tráfico de datos en movilidad como motor.

“Hemos creado ya un mundo conectado y la demanda de conectividad de las telecomunicaciones va a seguir creciendo, conectando a más hogares, más personas, más negocios e incluso más máquinas. Además, la digitalización de la economía real –en ámbitos como la salud, las finanzas, la Administración, la educación, el entretenimiento,… –, ha ensanchado el alcance de nuestro mercado, pues se demandan nuevas aplicaciones y servicios digitales accesibles con calidad, velocidad y en cualquier momento y lugar”, ha explicado César Alierta.

Sin embargo, ha subrayado Alierta, “estamos sólo al principio”, ya que con la proliferación de dispositivos avanzados –más accesibles y fáciles de usar– y nuevas aplicaciones y servicios digitales en todos los ámbitos del día a día, se abren enormes oportunidades: “La verdadera explosión del tráfico de datos está llegando ahora y va a seguir creciendo exponencialmente durante los próximos años, impulsada por la demanda de video sobre redes de banda ancha”.

Así, el número de accesos móviles crecerá, según las estimaciones de analistas, a una media anual del 7,3% entre 2010 y 2014, y se estima que en el mismo periodo la industria de las telecomunicaciones incorporará en todo el mundo más de 2.000 millones de accesos totales, de los que el 85% serán móviles y nueve de cada diez provendrán de mercados emergentes . Además, el tráfico en la red se va a multiplicar por seis hasta 2014, especialmente el tráfico de vídeo, al tiempo que los nuevos terminales móviles inteligentes (smartphones) se han convertido ya en la herramienta elegida para gestionar el día a día de la “vida digital” de las personas, que están incorporando con intensidad el uso de nuevas aplicaciones y servicios digitales a sus rutinas diarias. No en vano, la banda ancha móvil va a crecer a una media anual superior al 30% entre 2010 y 2014.

Grandes desafíos para un futuro prometedor

Ante este panorama y las oportunidades que presenta, el presidente de Telefónica ha hecho hincapié una vez más en el papel crucial que ya están desempeñando los operadores de telecomunicaciones, que se sitúan en el centro de este escenario como plataforma que permite ofrecer los servicios que se demandan en el nuevo mundo digital con la mayor capacidad y calidad en la conectividad, al tiempo que ha expuesto los principales desafíos que las expectativas de crecimiento futuro implican para el sector en su conjunto.

“Los operadores de telecomunicaciones son ya hoy los principales contribuidores a la inversión y el empleo en la industria”, ha explicado Alierta, que ha subrayado que, desde la perspectiva de Telefónica “los nuevos retos se deben afrontar a través de una estrategia de alianzas y cooperación con el resto de los agentes del sector para potenciar el desarrollo del actual escenario digital”.

En este sentido, el desarrollo de las redes de nueva generación y la mejora de las ya existentes son la clave para garantizar los crecimientos futuros de la industria. Y si bien, Alierta considera que “la tecnología de red no va a ser una barrera para la digitalización”, ha sido realista al explicar que para atender el crecimiento esperado del tráfico móvil es necesario, no sólo multiplicar por más de diez el número y la actual capacidad de los nodos móviles, sino impulsar y fortalecer las redes fijas.

De acuerdo con las estimaciones existentes , los operadores de telecomunicaciones invertirán más de 90.000 millones de euros entre 2010 y 2014 en redes fijas y móviles, pero se estima que, para atender la capacidad incremental necesaria en Europa, son necesarias inversiones adicionales de casi 150.000 millones de euros, sobre todo para desplegar fibra hasta el hogar y mejorar las redes móviles.

A este respecto, el presidente de Telefónica ha abogado por nuevos modelos de negocio –donde la cooperación entre los distintos agentes de la industria es esencial y es necesario estrechar lazos con proveedores de contenidos– para garantizar el crecimiento y la sostenibilidad del ecosistema global de Internet, que requiere el nuevo  mundo y la nueva economía digital. Además, también ha recordado que la regulación debería favorecer un mayor equilibrio para impulsar la inversión, eficiencia en el tráfico y el desarrollo de nuevos servicios.

En definitiva, con la esperada explosión del tráfico de datos en movilidad, la industria tiene un enorme futuro por delante, que requiere dar respuesta a un desafío conjunto de la misma magnitud: encontrar el equilibrio adecuado para asegurar el desarrollo de todas las oportunidades del nuevo mundo digital, pero garantizando un círculo “virtuoso” de crecimiento. Con este reto sobre la mesa, Telefónica ve el futuro con optimismo y contempla una estrategia de cooperación con el resto de los agentes de la industria para capturar todas las oportunidades que ofrece el nuevo mundo digital.

Una ocasión perdida

Análisis sobre los Presupuestos para 2010

¿Son éstos los presupuestos de la recuperación?

Mientras el Gobierno dice que son austeros para salir de crisis, la oposición y los agentes económicos lo ponen en duda. La principal crítica estriba en que la subida de impuestos lastra el consumo, no genera empleo y las empresas pierden competitividad.

¿Pagarán más los ricos?

Esta es una falacia instrumentalizada por el Gobierno.  No se no tocan los impuestos redistributivos como la renta, el patrimonio o sociedades, sino los indirectos que afectan a la mayoría de la población.  La eliminación de la reducción de los 400 euros y el incremento del IVA castiga más a las rentas del trabajo, a los pensionistas y desempleados.

¿Se penaliza el ahorro?

Se penaliza el ahorro modesto, el de los pequeños accionistas, depósitos y cartillas a los que se les sube al 19 por 100 el tipo de gravamen. A pesar de que también se sube al 21 por 100 los rendimientos superiores a los 6.000 euros, la mayor parte de los 800 millones que se esperan recaudar con esta medida saldrán de los bolsillos de las clases medias.

¿Disminuye el gasto público?

El gasto público disminuye un 3,9 por 100 y el déficit estimado será del 5,4 por 100, pero se mantiene la incógnita de si los ingresos previstos son reales o ficticios como en 2009. El Gobierno prevé incrementar  la recaudación el 21,2 por 100 por el optimismo que genera la recuperación de Alemania o Francia, pero  no cambia el modelo productivo.

¿Son unos presupuestos solidarios?

Si entendemos por solidaridad crear empleo, redistribuir la riqueza, disminuir la deuda que puede llegar a seiscientos mil millones de euros, fomentar la I+D, la vivienda o el automóvil, apoyar a los autónomos y pymes y no sólo pagar a los parados, no. A una familia de clase media estos PGE les supondrá un desembolso adicional de 1.500 euros con un paro rozando el 20 por 100.

¿Qué pasa con las pensiones?

Las pensiones están garantizadas con independencia del partido que gobierne. En este caso crecen con carácter general un 1 por 100 y las mínimas entre el 2 y el 4 por 100.

Análisis publicado por Jesús Fernández Briceño en el diario La Razón (Madrid) , el 30 de septiembre de 2009

Presupuestos 2010: Una ocasión perdida

¿Son éstos los presupuestos de la recuperación?
Mientras el Gobierno dice que son austeros para salir de la crisis, la oposición y los agentes económicos lo ponen en duda. La principal crítica estriba en que la subida de impuestos lastra el consumo, no genera empleo y las empresas pierden competitividad.

¿Pagarán más los ricos?
Esta es una falacia instrumentalizada por el Gobierno.  No se tocan los impuestos redistributivos como la renta, el patrimonio o sociedades, sino los indirectos que afectan a la mayoría de la población.  La eliminación de la reducción de los 400 euros y el incremento del IVA castiga más a las rentas del trabajo, a los pensionistas y desempleados.

¿Se penaliza el ahorro?
Se penaliza el ahorro modesto, el de los pequeños accionistas, depósitos y cartillas a los que se les sube al 19 por 100 el tipo de gravamen. A pesar de que también se sube al 21 por 100 los rendimientos superiores a los 6.000 euros, la mayor parte de los 800 millones que se esperan recaudar con esta medida saldrán de los bolsillos de las clases medias.

¿Disminuye el gasto público?
El gasto público disminuye un 3,9 por 100 y el déficit estimado será del 5,4 por 100, pero se mantiene la incógnita de si los ingresos previstos son reales o ficticios como en 2009. El Gobierno prevé incrementar  la recaudación el 21,2 por 100 por el optimismo que genera la recuperación de Alemania o Francia, pero  no cambia el modelo productivo.

¿Son unos presupuestos solidarios?
Si entendemos por solidaridad crear empleo, redistribuir la riqueza, disminuir la deuda que puede llegar a seiscientos mil millones de euros, fomentar la I+D, la vivienda o el automóvil, apoyar a los autónomos y pymes y no sólo pagar a los parados, no. A una familia de clase media estos PGE les supondrá un desembolso adicional de 1.500 euros con un paro rozando el 20 por 100.

¿Qué pasa con las pensiones?
Las pensiones están garantizadas con independencia del partido que gobierne. Crecen con carácter general un 1 por 100 y las mínimas entre el 2 y el 4 por 100.

Análisis publicado por Jesús Fernández Briceño en el diario La Razón (Madrid), el 30 de septiembre de 2009

IPC más IVA

Zapatero se va a cobrar los 400 euros que alegremente repartió el año pasado como deducción en el IRPF a través de la anunciada subida del IVA. El impuesto sobre el valor añadido grava el consumo y por su propia naturaleza es técnicamente neutro para las empresas y teóricamente injusto para los ciudadanos, ya que no establece ningún criterio de proporcionalidad sobre la renta. Pagan igual ricos que pobres.

Por esta razón la subida del tipo impositivo general que ahora está en el 16 por 100 supondrá un mayor esfuerzo fiscal a las rentas medias y bajas que son las que más consumen en términos absolutos. Hacen falta quince mil millones adicionales para cuadrar las cuentas con un déficit que no supere el 12 por 100 y de algún sitio tiene que salir el dinero. Lo ortodoxo sería promover el incremento de la actividad económica para que el propio sistema productivo genere los ingresos adicionales que necesita el Estado vía beneficios empresariales o sobre el incremento de la renta personal y no pagando a escote el despilfarro público.

El IVA grava directamente las compras encareciendo los productos y servicios ya que las empresas repercuten en cadena todos los ivas soportados en el proceso productivo. Como mal menor el incremento de la recaudación es inmediato y como mal mayor hay que señalar que puede desincentivar el consumo y favorecer la economía sumergida aunque subirá el IPC.

Artículo publicado por Jesús Fernández Briceño en el diario La Razón (Madrid), el 20 de septiembre de 2009

“América Latina saldrá antes y reforzada de la crisis”, según Francisco Luzón

LatinoaméricaFrancisco Luzón, Consejero – Director General de la División América de Banco Santander, intervino en la clausura del VIII Encuentro Santander – América Latina: “Todos contra la crisis”. Durante su intervención, Luzón subrayó tres diferencias existentes entre la situación de la región en esta crisis y las vividas en el pasado, diferencias que harán que “América Latina salga antes y reforzada de esta crisis”. En primer lugar, la estabilidad en materia de política económica propiciada por las instituciones creadas por la mayoría de los Gobiernos de la región en los últimos años, que amortigua los efectos domésticos de la crisis internacional.

Es cierto que se produce una contracción del PIB, no obstante y con matices y singularidades propias de cada país, encontramos un comportamiento contenido de la inflación, de los tipos de cambio, de las primas de riesgo, del déficit y la deuda, y mercados de valores y sistemas financieros fuertes. En segundo lugar, se refirió al pronunciamiento general de la población a favor de los líderes que están llevando a cabo estrategias ortodoxas. Los niveles de popularidad de sus gobiernos son altos y se vislumbran rumbos políticos y macroeconómicos
sostenibles en el futuro. Y, por último, mencionó el regreso del foco de la política exterior de los Estados Unidos hacia los países de la región.
Todo ello favorece la incorporación de Latinoamérica a patrones sostenibles de normalidad y predictibilidad que convergerán gradualmente al modelo de democracia occidental del que culturalmente forman parte los sistemas latinoamericanos. “Hay que continuar por la senda
marcada y no hay atajos para el desarrollo”, dijo Luzón.

El responsable de la División América resaltó la importancia de las clases medias. Durante el que denomina “Quinquenio Mágico”, 2003-2008, más de 30 millones de personas escaparon de la pobreza en la región y se integraron en esas clases medias emergentes. Y el proceso de ampliación de las clases medias se debió a la incorporación de 26 millones de ciudadanos al mercado de trabajo, al mantenimiento de bajas tasas de inflación y al aumento de las rentas públicas no laborales y las remesas de emigrantes.

Según el Consejero-Director General de Santander, la salida de la crisis no se llevará por delante la nueva estructura social sustentada por el surgimiento de las clases medias emergentes en el “Quinquenio Mágico”. En 2008-2009 se producirá destrucción de empleo, pero ya se creará empleo en 2010 (2 millones) y en 2011 y 2012 por encima de los 5 millones anuales. La cifra es pequeña comparada con los fuertes niveles de creación de empleo anteriores, pero también se seguirán manteniendo bajas tasas de inflación y se reforzarán las nuevas políticas sociales. Para Luzón, “una nueva generación de clases medias está dando continuidad a las nuevas políticas macro de la región”.

En su opinión, América Latina ha entrado en un “círculo virtuoso” de creación de valor que se traduce en un claro aumento del valor estratégico del continente. Apoya su afirmación en la apreciación de las materias primas y una sustancial mejora de todos los parámetros macro, un comportamiento ejemplar durante la crisis sin haber dilapidado las fortalezas del Quinquenio Mágico, consenso internacional sobre tasas de crecimiento razonables -ya a lo largo de 2010- y que Latinoamérica forma parte del mundo emergente con el que hay que contar para salir de esta crisis.

“Las fortalezas y capacidades de la región se han potenciado con la crisis”, afirmó. “América Latina retomará su senda de desarrollo en 2010 y se consolidará como una región próspera y desarrollada en la década 2010-2020”. Francisco Luzón recordó que el continente ha experimentado 46 episodios de crisis bancarias y que lo normal era pensar que en la peor crisis financiera desde la Gran Depresión los sistemas bancarios de Latinoamérica se hubieran vuelto a hundir. Nada más lejos de la realidad cuando se constata que los bancos de América Latina son los que mejor
han navegado en la crisis financiera internacional y enfrentan el futuro con menos debilidades en su modelo de negocio y con menores necesidades de capital. Sus necesidades potenciales de capital son el 30% de los bancos de Europa central y oriental y el 37% de los asiáticos, excluida China.

“El sistema bancario latinoamericano goza de buena salud y hay que reconocer la especial e inmensa deuda que la región ha contraído con sus Bancos Centrales y sus supervisores”. Para Luzón, los sistemas financieros latinoamericanos no han tenido problemas de liquidez significativos, no tienen endeudamiento preocupante, no tienen productos tóxicos en su balance y están poco apalancados, comparados con otros desarrollados y emergentes. Están, por lo tanto, en una envidiable situación para acompañar el proceso de crecimiento que América Latina va a reemprender en el año 2010.

En el análisis de Luzón no faltó una referencia al peso histórico del sector privado y a la importancia de los sistemas nacionales. La banca pública pasa de representar un 27% en el año 2000 a un 16% en 2008, por lo que la banca privada gestiona el 84% del negocio bancario del continente. Por su parte, la concentración del sistema financiero latinoamericano es fuerte en torno a tres países que suman el 78% del negocio financiero de la región: Brasil el 58%, México el 11% y Chile el 9%. En su opinión, “quien no está significativamente en todos ellos no puede tener una dimensión auténticamente regional”.

Para el máximo responsable de la División América, la bondad del sistema financiero latinoamericano se debe también a unos bancos internacionales de gran calidad que decidieron invertir en la región y exportar lo mejor de sus modelos de gestión. Subrayó que el Santander fue más allá: “no sólo nos quedamos y apoyamos los países durante los años difíciles, sino que aprovechamos la circunstancia para reforzar nuestra presencia en la región”

Francisco Luzón finalizó su intervención afirmando que “Banco Santander es la columna vertebral del sistema financiero latinoamericano”. Señaló que Santander es el líder indiscutible por tamaño, por diversificación en países y por posición y cuota en los principales sistemas de la región, como: Brasil 12%, México 16%, Chile 22% y Argentina 11%. Un sistema financiero que ha ganado sensiblemente valor en los últimos 8 años para llegar a los 340.000 millones de dólares y en el que la valoración de la franquicia de Santander en la región es muy superior a los 65.000 millones de dólares (45.000 millones de euros).