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Feliz año peor (bis)

Reconozco que he sucumbido a la tentación de titular esta columna igual que el año pasado por estas mismas fechas. Pero es que 2011 comienza con plomo en las alas y aunque el Gobierno insiste en que la economía registrará un modesto crecimiento, los españoles seremos más pobres. El paro no sólo no se reducirá sino que aumentará. Cientos de miles de parados dejarán de percibir los 426 euros de subsistencia y pasarán a la desesperación o a la economía sumergida. Bajarán los salarios y las pensiones y las subidas de precios afectarán a numerosos productos y servicios de primera necesidad. Lo más grave, la subida de la luz que producirá una espiral en cascada que repercutirá en los costes de producción de casi todos los bienes.

La falta de un pacto energético entre PSOE y PP que permita consensuar las fuentes de energía y el sistema de fijación de tarifas es un lastre que gravará nuestros bolsillos. El déficit de tarifa es una trampa, ya que lo que no se pague hoy se pagará mañana con intereses. Desde la moratoria nuclear decretada por González y asumida por Aznar, la planificación energética basada en criterios políticos ha desembocado en un lodazal de intereses espurios. Zapatero no ha hecho más que abundar en el error y agrandar este agujero negro de nuestra economía. Subirá el transporte interurbano, el ferrocarril, los taxis y los autobuses urbanos, las hipotecas por el incremento del Euribor, el pan, el azúcar, las bebidas alcohólicas, el tabaco, etc. Y pagaremos más impuestos con las subidas del IRPF, el IVA y los productos de inversión.

Poca credibilidad tendría esta columna si no recociéramos los errores. La pasada semana nos hacíamos eco de que en breve España pasará de ser receptor neto de la UE a pagador. Al dar los datos de 2011 se deslizaron los de 2010. La cifra correcta es que aportaremos el año que viene 12,1 miles de millones de euros y recibiremos 13,2, hasta que en un par de años paguemos más de lo que recibimos. Los males nunca vienen solos.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario LA GACETA (Madrid), el 30 de Diciembre de 2010

El Gordo de la Unión Europea

El Gordo de la UE que tocaba cada año ya no es tan gordo. Los poco más de dos mil millones de euros que reparte en premios la Lotería de Navidad nos correspondían cada año como saldo a nuestro favor entre lo que pagábamos y lo que recibíamos de la Unión Europea. Pero las cosas cambian. La unificación alemana y la incorporación de nuevos socios ha trastocado el sistema de reparto en Europa y en poco tiempo pasaremos de ser receptores a contribuyentes netos. Paradojas del destino, la UE nos considera un país rico cuando peor nos van las cosas.

Durante los últimos años, con la excepción del 2009, hemos estado disfrutando de un superávit en nuestras relaciones con la UE de unos 2.000 millones de euros, pero ya en los presupuestos de 2011 la previsión es de poco más de 1.000 millones y en 2014 pasaremos a ser un socio pudiente que paga más de lo que recibe. Hasta ahora era habitual ver carteles en las grandes obras públicas en las que se anunciaba que habían sido realizadas con fondos provenientes de la UE.
La red de autovías y buena parte del AVE han sido posibles gracias a este maná europeo. Pero, a partir de ahora, las infraestructuras van a necesitar un esfuerzo especial de financiación. Las grandes cifras del presupuesto de la Unión Europea para el año próximo dan que pensar. Los créditos de compromiso de la UE ascienden a 142.965 millones de euros, una cifra algo superior a toda la deuda de nuestras comunidades autónomas.

Durante 2011, España aportará 12,1 miles de millones de euros y recibirá 13,2, pero, a partir del siguiente año, esta tendencia variará por la entrada en vigor del Tratado de Lisboa. Entre otras aportaciones, el 0,30% del IVA armonizado irá a las arcas de la UE, un gasto fijo que se sumará al de las pensiones y otros compromisos sociales. Nuestros presupuestos serán más rígidos, de ahí la necesidad de llevar a cabo reformas estructurales. Nos vamos quedando solos y nadie nos va a sacar las castañas del fuego.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario LA GACETA (Madrid), el 23 de diciembre de 2010

Quién paga la fiesta

MAFO se ha convertido en  látigo de la estulticia de Zapatero. Por muy constitucional que sea el sistema, bien por nacionalidad histórica o por autonomía de base, las CCAA pueden acabar devorando al Estado. El sistema, lejos de acercar el gobierno a los ciudadanos, ha multiplicado las instituciones, la burocracia, las empresas públicas, las televisiones, y, en general, alimenta al monstruo del déficit.

A pesar de que en 2011 las transferencias de los  PGE a las CCAA serán menores, el volumen de dinero que van a administrar se va a duplicar respecto a 2010. Las autonomías tienen ya cedidos totalmente los impuestos sobre transmisiones patrimoniales, hidrocarburos y el juego; el 50 por 100 del IRPF; el 50 por 100 del IVA; el 58 por 100 de alcohol y tabaco; y el 100% del impuesto sobre electricidad. Además, van a recibir el año próximo más de 25.000 millones en transferencias del Estado. Y otros dos Fondos que se calculan al final del ejercicio, el Fondo de Garantía (5.200 millones) y el Fondo de Suficiencia Global (otros 8.000).

Pues bien, no es suficiente. La deuda de las CCAA se ha disparado un 26,5% hasta junio, superando los 104.000 millones de euros, de los que más de la cuarta parte corresponden a Cataluña. Podemos añadir los más de 36.000 millones que deben los ayuntamientos, de los que un tercio corresponde a Madrid. Si ya es difícil para el Estado apretarse el cinturón para cumplir la previsión de déficit del 6%, las autonomías gastan a manos llenas, con déficits que duplican el del Estado, como Cataluña (15,19), Baleares (14,5) o Castilla-La Mancha (13,7).

MAFO sólo ha puesto el dedo en la llaga al preguntar en voz alta ¿quién paga esta fiesta?, y  recordar que de nada sirve la política de austeridad si con una mano derrochamos lo que ahorramos con la otra. A pesar de que la legislatura está agotada, bien podrían Zapatero y Rajoy plantearse un pacto de Estado sobre el futuro de las CCAA, antes de que no tengan Estado que gobernar.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario La Gaceta (Madrid), el 7 de octubre de 2010

http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/opinion/quien-paga-fiesta

El Santander regala un año de hipoteca o el IVA al comprar una casa de su cartera

Altamira Santander Real Estate, sociedad del Banco Santander que comercializa y gestiona activos inmobiliarios propiedad del Grupo, aplicará descuentos especiales sobre más de 700 viviendas de su cartera inmobiliaria. Estas ventajas estarán vigentes desde el 24 de septiembre hasta finales de año.

Entre los descuentos que los compradores pueden encontrar están:
Un año de hipoteca gratis (hasta un máximo de 7.200 euros). Para que se aplique esta promoción, es condición indispensable constituir la hipoteca con Banco
Santander.
En otras viviendas, Altamira regala el impuesto derivado de la compra de la vivienda:
el IVA o el Impuesto de Transacción Patrimonial, según corresponda.
Para los clientes que decidan alquilar o bien alquilar con opción a compra, Altamira
regala los dos primeros meses del alquiler.

Para conocer las ventajas de las que el usuario se puede beneficiar, sólo tienen que acceder a la web de Altamira: www.altamirasantander.com .
José Manuel Rasines, director Comercial de Altamira subraya que “la oferta amplia y atractiva de inmuebles con la que cuenta Santander Altamira Real Estate y este paquete de ventajas adicionales son una excelente oportunidad para aquellos compradores que quieren adquirir una vivienda o bien alquilarla”.

Desde el 12 de enero de 2009, se han puesto a la venta 3.500 inmuebles, de estos se han comercializado 2.700. Próximamente, Altamira lanzará una nueva web que facilitará a los clientes la búsqueda de pisos, garajes, oficinas, locales comerciales, nuevas promociones o promociones en construcción.

Clase media, los ricos de ZP

En los próximos días el Gobierno pondrá en marcha la maquinaria de los Presupuestos Generales del Estado. La cumbre de la UE con Latinoamérica y el Decreto ley de convalidación del recorte del gasto (el zapatazo) ha aplazado momentáneamente el anuncio en el BOE de las cuatro comisiones que se constituyen al efecto: Políticas de gasto, Análisis de programas, Ingresos y Presupuestaria. Y no han podido convocarse ya que aún se desconoce el escenario que debe fijar el Gobierno, que viene delimitado por el techo de gasto para 2011.

El presupuesto de 2010 se aprobó con el voto espurio del PNV y de Coalición canaria con un aumento del gasto del 17 por 100 que el Gobierno presentó, faltando a la verdad, como si tratara de un recorte del 4 por 100. La ministra Elena Salgado no sólo ha quedado desacreditada por la falsedad de sus cuentas sino que hasta la vicepresidenta primera, Fernández de la Vega, le enmienda la plana y actúa de portavoz de su ministerio. La nota de Presidencia justificando las dificultades del Tesoro para colocar la última emisión de deuda ha dejado perplejos a los mercados.

Frente a tal cúmulo de despropósitos Zapatero anuncia ahora que subirá los impuestos a los ricos.  De las 18 millones de declaraciones de IRPF que se presentan al año sólo un 4 por 100  reconocen unos ingresos superiores a los 60.000 euros y estas rentas ya tienen el marginal en el 43 por 100. El grueso de la recaudación está en los tramos que declaran entre 30.000 y 60.000 euros, es decir, en la clase media.  ¿Son éstos los ricos de Zapatero? A falta de otros argumentos y ante el descrédito nacional e internacional que acumula este Gobierno, Zapatero echa mano de la demagogia más barata: leña al rico, al cura y al banquero. Pero pagarán los de siempre, la clase trabajadora que, con empleo o en paro, no puede eludir el incremento del IRPF, el IVA o de los impuestos especiales sobre gasolina, alcohol o tabaco. CiU, que tiene la llave de las elecciones anticipadas, se fuma un puro.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario La Gaceta (Madrid), el 20 de mayo de 2010

La cantinela de Salgado

Triste victoria pírrica en el Senado para los anti IVA en una cámara que nos cuesta un ojo de la cara. El sistema electoral del Senado es anacrónico con cuatro senadores por demarcación, lo mismo Madrid que Teruel, con un sistema paralelo de asignación de escaños autonómicos en el que, al igual que en altos órganos de la Justicia, los partidos mayoritarios intercambian cromos ajenos a la voluntad popular. Los senadores cobran de media cuatro mil euritos al mes, pensión, dietas y otras regalías, ordenadores, teléfonos, billetes gratis, coches de representación, etc.

La cámara alta languidece entre mullidas alfombras, ujieres, escoltas y su minuto de gloria semanal con la sesión de control al Gobierno.
Mientras, la España real va por otros derroteros. El mismo día en el que sus señorías vapuleaban al Gobierno y la vicepresidenta económica volvía con su cantinela de la recuperación y el gasto social acudo a tres oficinas públicas: Hacienda, Inem y Seguridad Social. En la de Hacienda no hay casi actividad, sólo media docena de personas esperan ser atendidas. Me asalta un dato: cada día de 2010 han cerrado 264 empresas. Segunda visita: Tesorería General de la Seguridad Social donde se cursan las altas de nuevos afiliados. Más de lo mismo, dos pisos de funcionarios casi sin clientes. Otro dato: hay menos empresas cotizando a la SS de las que había en 2004.

Tercera visita,  una oficina del INEM. En la calle aguardan varias familias con niños, muchos de ellos emigrantes. Un guarda jurado defiende una máquina expendedora de números. Aquí se invierten los términos. Más de un centenar de personas esperan ser atendidas, algunas repiten ya que no obtuvieron la vez el día anterior. Ahora se llaman oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal pero todo el mundo las conoce por las oficinas del paro. A pesar de la aglomeración una mesa permanece vacía. Sobre ella un rótulo: ofertas de empleo. El funcionario, ajeno al fragor, espera.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario La Gaceta (Madrid), el 26 de marzo de 2010

El impuesto justo

Las dos Españas caminan por sendas paralelas con riesgo de no encontrarse nunca. Finalizado el debate del Congreso sobre el IVA los dos partidos mayoritarios y sus costaleros están encantados de haberse conocido. Los populares porque al fin han presentado su “mini moción” de censura con más respaldo del que esperaban; y los socialistas porque, tomando prestadas las palabras de Unamuno a Millán Astray: venceréis pero no convenceréis,  han impuesto el rodillo con el apoyo de los paniaguados del PNV y de Coalición Canaria.

En esta discusión sobre el IVA el PP se ha dejado pelos en la gatera. La percepción de los ciudadanos no es si vamos a pagar cuatro o cinco mil millones más para que Zapatero cuadre las cuentas, sino que una vez más Esperanza Aguirre se ha merendado a Mariano Rajoy. Al PSOE le basta la demagogia del gasto social y el argumentario de que la presión fiscal en España es más baja que en la UE, lo cual es verdad y mentira al mismo tiempo. No es que en España tengamos menos impuestos que en otros países, sino que la caída de la actividad ha hundido la recaudación. Los impuestos de la renta y de sociedades son más altos que en el resto de Europa y aunque el IVA es más bajo el esfuerzo fiscal nominal es mayor. Con casi cinco millones de parados y la bula de la que gozan a través de las sicavs las grandes fortunas, cada vez menos españoles pagan más.

En “El Impuesto justo”, un texto clásico sobre la Hacienda Pública escrito por Vittorio Berliri, reeditado en España por el Instituto de Estudios Fiscales, el ex ministro Carlos Solchaga dice: “Un sistema tributario sólo puede funcionar si es aceptado por el público, y un sistema aceptado es un sistema que se percibe como justo”. En palabras de Berliri: “Es necesario evitar el error de subvalorar, y por tanto olvidar, la influencia imponderable de la adhesión moral del contribuyente sobre el mecanismo tributario…” A falta de Jordi Sevilla, hasta Solchaga podría darle unas lecciones a Zapatero.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario La Gaceta (Madrid), el 18 de marzo de 2010

FAES insiste en una recomposición impositiva, no en una subida del IVA

Ante las declaraciones aparecidas recientemente en los medios de comunicación aludiendo a la recomendación de FAES de subir el IVA, la Fundación quiere precisar que, en la XVI edición del Observatorio Económico FAES, celebrado el pasado mes de febrero en Sevilla, se abogó por una recomposición impositiva, neutral para el volumen de los ingresos públicos, que implicaba, como un todo, disminuir a la vez las cotizaciones sociales y compensar la pérdida de ingresos subsiguiente mediante el IVA.

El papel del Observatorio publicado a continuación decía textualmente: “También se recomendó una reducción de las cotizaciones sociales como vía para dinamizar el mercado de trabajo. El problema es que de esta fuente procede una parte muy importante de los ingresos del sector público español, por lo que sería necesario compensar esta pérdida de ingresos. Se sugirió una subida del IVA para esa compensación. Además, el IVA no sólo grava los bienes producidos en España sino también las importaciones. Es decir, esta medida beneficiaría a los exportadores y nos haría ganar competitividad simplemente gracias a una modificación en la composición de los impuestos”.

Para FAES, no comprender la naturaleza unitaria del sistema fiscal y de sus propuestas de reforma resulta impropio de quien tiene a su cargo las cuentas públicas en España.

El foro económico de FAES, que contó en aquella edición con la participación de los prestigiosos economistas Juan Velarde, catedrático de Economía y Premio Príncipe de Asturias; Camilo Lebón, catedrático de Teoría Económica y Economía Política; Juan Iranzo, director del Instituto de Estudios Económicos; Manuel Lagares, catedrático de Hacienda Pública; y Federico Durán, catedrático de Derecho del Trabajo, ha defendido siempre reducir los impuestos, disciplinar la política fiscal, recuperar la unidad de mercado, facilitar la creación de empresas, ajustar el gasto público y llevar a cabo una reforma laboral que incentive la creación de empleo, entre otras importantes medidas.

En aquella ocasión, los ponentes del Observatorio propusieron una hoja de ruta encaminada a salir del desempleo masivo en España y dinamizar el mercado de trabajo español, que hoy cuenta con más de cuatro millones de parados.

Operación acordeón

Que no se asuste la VI Flota, no es ninguna trama golpista, sino una simple operación societaria que consiste en una reducción y ampliación de capital simultáneas, con el fin de sanear una empresa. El capital social se reduce a cero enjugando las pérdidas y, al mismo tiempo, se incrementan los recursos con la aportación de nuevos socios. Trasladado a la política equivaldría a una crisis de Gobierno. La mayoría de los ministros están quemados o amortizados y el tejido empresarial asiste atónito al derrumbe del castillo de naipes de la economía española. La crisis que nunca existió debe alumbrar una  recuperación que no llega, fiados de que el incremento del IVA tape el agujero que deja en un exhausto presupuesto medio millón de parados (Zapatero dixit).

El paro se comerá este año treinta y cuatro mil millones, la mitad a déficit, mientras la ministra Salgado hilvana una nueva teoría económica, hasta ahora inédita en Krugman o Rubini, consistente en que se puede crear empleo sin que crezca el PIB. Lo que no explica es si lo va a hacer a  la cubana o con el PER del gotelé, sacándose de la manga doscientos mil nuevos funcionarios o asimilados.

La campaña de estosololoarreglamsosentretodos.org ha venido a echar más leña al fuego como si los ciudadanos de a pie fuéramos los culpables de la crisis. Oigan ustedes, millones de españoles somos inocentes y ni hemos gastados más de la cuenta, ni hemos vivido por encima de nuestras posibilidades; seguimos madrugando y cogiendo el metro, si es que no hemos perdido nuestro trabajo.

Si es un problema de sequía intelectual Zapatero puede pedir a sus amigos los cómicos, por ejemplo a Willy Toledo, que le remita uno de los poemas más lúcidos de Bertol Brecht, aquel en el que relata la demolición del barco «Oskawa» por su tripulación, premonitorio de la situación por la que atraviesa España. En él se describe, apelando incluso a la paga y las pensiones, como la indolencia y la ineptitud de un capitán puede llevar a los hombres a la tragedia.

Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario La Gaceta (Madrid), el 11 de marzo de 2010

Una ocasión perdida

Análisis sobre los Presupuestos para 2010

¿Son éstos los presupuestos de la recuperación?

Mientras el Gobierno dice que son austeros para salir de crisis, la oposición y los agentes económicos lo ponen en duda. La principal crítica estriba en que la subida de impuestos lastra el consumo, no genera empleo y las empresas pierden competitividad.

¿Pagarán más los ricos?

Esta es una falacia instrumentalizada por el Gobierno.  No se no tocan los impuestos redistributivos como la renta, el patrimonio o sociedades, sino los indirectos que afectan a la mayoría de la población.  La eliminación de la reducción de los 400 euros y el incremento del IVA castiga más a las rentas del trabajo, a los pensionistas y desempleados.

¿Se penaliza el ahorro?

Se penaliza el ahorro modesto, el de los pequeños accionistas, depósitos y cartillas a los que se les sube al 19 por 100 el tipo de gravamen. A pesar de que también se sube al 21 por 100 los rendimientos superiores a los 6.000 euros, la mayor parte de los 800 millones que se esperan recaudar con esta medida saldrán de los bolsillos de las clases medias.

¿Disminuye el gasto público?

El gasto público disminuye un 3,9 por 100 y el déficit estimado será del 5,4 por 100, pero se mantiene la incógnita de si los ingresos previstos son reales o ficticios como en 2009. El Gobierno prevé incrementar  la recaudación el 21,2 por 100 por el optimismo que genera la recuperación de Alemania o Francia, pero  no cambia el modelo productivo.

¿Son unos presupuestos solidarios?

Si entendemos por solidaridad crear empleo, redistribuir la riqueza, disminuir la deuda que puede llegar a seiscientos mil millones de euros, fomentar la I+D, la vivienda o el automóvil, apoyar a los autónomos y pymes y no sólo pagar a los parados, no. A una familia de clase media estos PGE les supondrá un desembolso adicional de 1.500 euros con un paro rozando el 20 por 100.

¿Qué pasa con las pensiones?

Las pensiones están garantizadas con independencia del partido que gobierne. En este caso crecen con carácter general un 1 por 100 y las mínimas entre el 2 y el 4 por 100.

Análisis publicado por Jesús Fernández Briceño en el diario La Razón (Madrid) , el 30 de septiembre de 2009