BBVA obtuvo en los nueve primeros meses un beneficio atribuido de 4.179 millones de euros, cifra que supone un descenso del 3,3% respecto a igual periodo de 2008 sin singulares (+1,3% a tipos de cambio constantes). Este excelente resultado se ha obtenido en un entorno económico y financiero muy complejo, en el que el Grupo ha seguido marcando diferencias en cuanto a generación de ingresos y rentabilidad para sus accionistas. A la vez, BBVA ha avanzado en la construcción del futuro del Banco con el fortalecimiento de su balance y de sus ratios de solvencia, así como en su expansión internacional con la compra de Guaranty Bank en EE.UU. En el tercer trimestre, el Grupo consiguió un beneficio atribuido de 1.380 millones de euros, importe similar al registrado en el mismo periodo del pasado año, a pesar del diferente registro de dividendos y de resultados por puesta en equivalencia.
Los factores fundamentales que marcaron la evolución de los resultados de BBVA en los nueve primeros meses fueron sus resultados elevados y recurrentes, la excelente gestión de riesgos, la fortaleza de capital, una rentabilidad diferencial y unas franquicias fuertes y en desarrollo. La recurrencia en la generación de resultados le ha permitido generar 110 puntos básicos de ‘core capital’ en los nueve primeros meses del año, un nivel superior al estimado para el conjunto del ejercicio. Además, BBVA utilizó como fuente complementaria de generación de capital una emisión de bonos convertibles de 2.000 millones de euros, con lo que al término del tercer trimestre su ratio ‘core capital’ se elevó al 8% (7,1% en junio). El ratio BIS se situó en el 13,4%.
Los resultados alcanzados por BBVA en los nueve primeros meses del año siguen mostrando una gran solidez y un alto grado de recurrencia: el margen de intereses aumentó un 19,7% gracias a la acertada política de precios y a la buena gestión del balance en un contexto de ralentización de la actividad. El margen de intereses del Grupo sobre Activos Totales Medios se situó en septiembre en el 2,53%, frente al 2,27% de un año antes.
Igualmente, el Grupo aceleró el ritmo de mejora en los gastos de explotación, que disminuyeron un 2,4% por las nuevas entregas del Plan de Transformación puesto en marcha por el Banco. Este positivo comportamiento de los costes, especialmente intenso en España, México y EE.UU., permite una clara mejora de la eficiencia, ratio que se situó en septiembre en el 39,7% (3,7 puntos mejor que un año antes).
La buena evolución de los ingresos y de los gastos provocó un fuerte crecimiento del margen neto, que ascendió a 9.274 millones de euros, un 13,5% más que en los nueve primeros meses de 2008 (+18,1% a tipos de cambios constantes), mostrando un comportamiento sólido y creciente. Todas las áreas de Negocio registraron incrementos en este capítulo.
El incremento de este agregado, una variable fundamental de gestión, muestra la fortaleza relativa de BBVA frente a sus competidores: desde que estalló la crisis financiera hace dos años, su cuota de margen neto respecto a su grupo de bancos de referencia ha mejorado en 250 puntos básicos (hasta el 7,6%), y su cuota de beneficio atribuido, en más de 15 puntos porcentuales (hasta el 19,9%). Además, le permiten seguir liderando el ranking de la gran banca internacional por eficiencia y por rentabilidad de su balance.
En cuanto a la gestión del riesgo, BBVA siguió reduciendo de forma sostenida las entradas netas en mora en el tercer trimestre, con una acertada política de recuperaciones, a pesar del factor estacional del verano. El Grupo mantiene una estrategia conservadora en la compra de inmuebles (104 millones de euros en el tercer trimestre), así como una prudente política de saneamientos y una amplia cobertura con provisiones y colaterales.
El Banco decidió destinar los 830 millones de euros de plusvalías obtenidas en la venta con arrendamiento a largo plazo de 948 inmuebles en España, en su mayoría oficinas, a fortalecer el nivel de provisiones genéricas para insolvencias del Grupo. Tras esta decisión, BBVA cuenta con un volumen total de provisiones genéricas y subestandard de 4.655 millones.
La tasa de morosidad del Grupo se situó en septiembre en el 3,4%, un nivel que sigue comparando positivamente con sus competidores europeos. El crecimiento de este ratio de mora está registrando una desaceleración en los últimos trimestres, a la vez que la prima de riesgo del Grupo se ha estabilizado. La tasa de cobertura es del 68%.
El beneficio atribuido de BBVA en los nueve primeros meses del ejercicio ascendió a 4.179 millones de euros, cifra que supone un descenso del 3,3% respecto al resultado sin singulares del mismo periodo de 2008. Si se tienen en cuenta los resultados singulares contabilizados en el periodo enero-septiembre del pasado año (180 millones de euros netos), el beneficio atribuido del Grupo baja un 7,2%.
Esta recurrencia en los resultados ha permitido generar de forma orgánica 110 puntos básicos en los nueve primeros meses del año. Adicionalmente, el Grupo utilizó como fuente complementaria de generación de capital una emisión de 2.000 millones de euros en bonos convertibles que aporta flexibilidad en la gestión del capital. Tras estos factores, el core capital de BBVA alcanzó en septiembre el 8%, frente al 7,1% con el que cerró el primer semestre y casi dos puntos superior al de finales de 2008.
BBVA mantuvo al cierre del tercer trimestre unos niveles diferenciales de rentabilidad que le sitúan a la cabeza de los grandes grupos bancarios europeos: la rentabilidad sobre recursos propios (ROE) es del 21,2% y la rentabilidad sobre activos (ROA), del 1,11%. Estos altos niveles se traducen en una evolución diferencial del beneficio por acción (BPA), que asciende a 1,12 euros por acción, respecto a su grupo de referencia. En un entorno en el que el resto de entidades financieras ha visto reducirse drásticamente su BPA desde el estallido de la crisis financiera, el Grupo BBVA ha permanecido en unos niveles estables.
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