Zapatero se ha tragado con mástil incluido su desplante a la bandera americana. Obama le ha recordado quién manda aquí y le ha dado una lección de economía en veinte minutos. Los experimentos con gaseosa, como le espetó Eugenio D’Ors a un camarero tan bisoño como ZP que derramó una botella de champagne sobre su chaqueta. ¿Se acuerdan cuando Zapatero negaba la crisis? ¿Se acuerdan cuando Zapatero daba clases de economía al G-20? ¿Se acuerdan cuando la vicepresidenta De la Vega desautorizó al secretario de Estado Carlos Ocaña porque habló de congelar los salarios de los funcionarios?
Hasta aquí hemos llegado y lo que no ha sido capaz de conseguir una oposición timorata y unos partidos nacionalistas egoístas lo ha conseguido Obama, el mayor contribuyente del FMI, y Merkel, la mayor contribuyente de la Unión Europea. EE.UU. y Alemania se rascan el bolsillo para salvar “in extremis” economías manirrotas como la española y eso les da derecho de veto. La poca soberanía que nos quedaba tras nuestro ingreso en la UE la ha dilapidado Zapatero. Ahora nos harán las cuentas y podemos ahorrarnos seis meses de debates de los Presupuestos en el Congreso. Durante los próximos años España va a ser un protectorado de los organismos internacionales.
Los paganos de la crisis por la ineptitud de este Gobierno serán los de siempre: funcionarios, pensionistas, madres, dependientes, parados y enfermos. Se acabó la fiesta, pero de pedir perdón a los españoles, a los cuatro millones y medio de parados, nada de nada. Lo peor, que estas medidas para evitar la bancarrota retrasarán la recuperación, y sin recuperación no hay empleo, y sin empleo habrá déficit…, y con déficit no cumpliremos el nuevo plan de estabilidad y habrá que dar otra vuelta de tuerca. Rajoy quiere que Zapatero se consuma en su propia salsa y que la calle, tras la ruptura del idilio con los sindicatos, abone el terreno para presentar una moción de censura o pedir la convocatoria de elecciones anticipadas.
Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario La Gaceta (Madrid) el 13 de mayo de 2010
Rodríguez Zapatero admitió en el debate parlamentario que el Gobierno se equivocó «sucesivamente» en sus previsiones durante el último año, «como también se han equivocado los demás gobiernos». Estas son las recetas para seguir financiando una fiesta que ha producido tantos parados que ya no caben en cincuenta estadios como el Santiago Bernabeu.

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