Si el Plan de Economía Sostenible que se anuncia para el próximo viernes se hubiera presentado al alimón con los Presupuestos Generales del Estado podría ser un programa bueno o malo, pero creíble. Sin embargo se ha hecho todo lo contrario, primero se presentan los PGE y superan en primera instancia el trámite parlamentario con el apoyo de nacionalistas vascos y canarios y luego se anuncia el plan estrella de Zapatero de la economía verde. ¿Se puede hacer algo fuera de los Presupuestos? Pues no, o en palabras de El Gallo o de Maurice Talleyrand: “lo que no puede ser no puede ser… y además es imposible”.
Es arriesgado comentar una decisión aún en ciernes pero si en uno de los actos políticos más importantes de la legislatura y llevando de teloneros a Felipe González y a Rodríguez Ibarra, el Presidente ha resumido su Plan de Economía Sostenible en el autobombo de las medidas anticrisis, en el programa de buen gobierno de la empresas y en las energías renovables, es que estamos ante un gran fiasco. La cuarta pata es la Educación para la que Zapatero pide un gran pacto a la oposición cuando sistemáticamente se ha negado a consensuar ni siquiera alguna de las directrices de la LOE y ha impuesto contra viento y marea EpC mientras los sucesivos informes Pisa ratifican el fracaso de la política educativa del PSOE.
En Investigación y Desarrollo el presupuesto para 2010 tiene un recorte del 15 por 100 sobre el ya exiguo de la ministra Cristina Garmendia en 2009, y concita la ira de todo el colectivo investigador español. Y si se trata de vender el Fondo para la Economía Sostenible a través del ICO, de novedad tiene poco. En resumen, lo que ha anunciado el presidente del Gobierno en su mitin galáctico del pasado fin de semana, pues humo de pajas. Queda la guinda de la ética en los negocios que se presenta como la estrella de la presidencia española de la Unión Europea, pero las medidas que se proponen ya están en marcha a través de la Junta Europea de Riesgo Sistémico (JERS) y del Sistema Europeo de Supervisores Financieros (SESF). La montaña, como nos tiene acostumbrados, parirá un ratón; eso sí, en esta ocasión verde y luminiscente, cuyas piruetas y monerías tratarán de ocultar el cuarto de millón de nuevos parados que se espera tras los fastos navideños.
Artículo publicado por Jesús Fernández Briceño en el diario La Gaceta (Madrid), el 26 de noviembre de 2009
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