España tiene tres grandes retos en los próximos meses: la reforma del sistema financiero, la del mercado laboral y la del sistema productivo. Ninguna debe llevarse a cabo desde una óptica partidista y necesitan de transparencia y un amplio consenso.
Elena Salgado ha desvelado que el proyecto de ley que dará soporte legal a la intervención del Estado en entidades financieras irá a Consejo de Ministros este mes de junio. A pesar de que insiste en que ninguna entidad necesita la intervención pública la norma se está redactando casi en trámite de urgencia y dota al Banco de España de poderes excepcionales.
Tres banqueros, Francisco González (BBVA), Ángel Ron (Popular) y Matías Rodríguez Inciarte (Santander) han coincidido en que este salvamento no debe distorsionar el mercado al primar a entidades «zombis» o enfermas frente a las sanas. España, con ser uno de los países que menos ha hipotecado de su presupuesto en ayudas financieras, ya ha comprado activos de bancos por el 1,7 del PIB y ha comprometido el 18% en garantías públicas. Este esfuerzo no sólo necesita el consenso de los actores del sistema bajo la supervisión del Banco de España, sino un amplio acuerdo político en el que se implique al Partido Popular que representa al menos a la mitad del electorado. Lo mismo puede decirse de la reforma laboral, que debe prescindir de prejuicios sindicalistas para hacer frente a la temporalidad y el paro. (Foto. mailsparky).
Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario La Razón (Madrid), el 17 de junio de 2009
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