El Estado registró hasta junio un déficit de 38.607 millones de euros en términos de contabilidad nacional, lo que equivale al 3,64% del PIB, frente al déficit de 4.600 millones obtenidos en el mismo periodo del ejercicio anterior, según los datos de ejecución presupuestaria que ha presentado hoy el Secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña. Los 38.607 millones de euros de déficit son el resultado de unos recursos no financieros del Estado que ascendieron, hasta junio, a 47.233 millones de euros, y de unos gastos no financieros que se elevaron a 85.840 millones.
En términos de caja, una metodología contable en la que se anotan los ingresos y pagos que efectivamente se han realizado durante ese periodo, el Estado alcanzó en los seis primeros meses del año un déficit de 36.819 millones de euros, frente al déficit de 2.065 millones obtenidos en el mismo periodo de 2008. El déficit obtenido debe analizarse teniendo en cuenta la caída de la recaudación fruto de la coyuntura económica, pero también el impacto de las diferentes medidas tomadas por el Gobierno para aumentar la liquidez de empresas y familias. De esta forma, en los primeros seis meses del año, las medidas de impulso fiscal puestas en marcha por el Gobierno superan los 10.000 millones de euros.
Además, hay que tener en cuenta otras iniciativas del Gobierno para crear empleo como el Fondo Estatal de Inversión Local, dotado con 8.000 millones de euros, de los que ya se han pagado 5.000 millones. Por lo tanto, la mayor parte del déficit del Estado, se debe a medidas fiscales y a otras iniciativas del Gobierno destinadas a fomentar el empleo, la inversión y a paliar los efectos de la actual crisis económica.
En las cifras de ingresos no financieros se aportan datos del conjunto de las Administraciones Públicas, antes de descontar la participación de las administraciones territoriales (CC.AA. y corporaciones locales), lo que permite hacer un análisis más completo. La recaudación neta ascendió a 74.915 millones de euros, un 19,1% menos que en 2008. Los impuestos directos se elevaron hasta los 36.591 millones de euros, un 19,1% menos. El IRPF disminuye un 19,2% debido a la caída en las retenciones de trabajo, principalmente por la deducción de hasta 400 euros (2.370 millones de euros los seis primeros meses del año), así como por la agilización de las devoluciones.
En el Impuesto de Sociedades, la tasa de descenso es de un 24,7%, debido a los cambios normativos y a los menores beneficios de las empresas dada la situación económica actual. Los ingresos por impuestos indirectos alcanzaron los 29.130 millones de euros, un 27,5% menos que en 2008. En el lVA, la recaudación fue de 18.632 millones de euros, un 35,8% menos en comparación al ejercicio anterior. Este descenso se debe, en parte, a un adelanto de devoluciones de 3.000 millones de euros respecto a la campaña tipo, más otros 1.900 millones por la devolución mensual del IVA introducida en este ejercicio, así como a los mayores aplazamientos contabilizados y a la disminución de los ingresos brutos de las empresas. Asimismo, los ingresos por impuestos especiales se elevaron hasta los 9.138 millones de euros, disminuyendo un 4,9%. De este capítulo destaca la recaudación del Impuesto sobre el Alcohol y las bebidas derivadas, que disminuye un 17,3%, mientras que la recaudación del Impuesto sobre Hidrocarburos tiene un descenso del 7,8%.
Por lo que se refiere a los pagos no financieros, éstos representaron un total de 83.171 millones de euros, con un aumento interanual del 22,9%. Las transferencias corrientes crecieron hasta junio un 21,4%, con 46.308 millones de euros, entre los que se encuentran las transferencias al Servicio Público de Empleo Estatal por una cantidad de 7.508 millones de euros y las transferencias al IMSERSO para gastos de dependencia por 837 millones de euros, un 37% superiores a las del 2008. Destacan también las transferencias de capital, que aumentan un 204,7% debido a los pagos del Fondo Estatal de Inversión Local. Por último, las inversiones reales se han incrementado un 10,4%. A finales de junio, el Estado obtuvo una necesidad de endeudamiento de 61.174 millones de euros, mientras que en el mismo periodo del año anterior tenía una necesidad de endeudamiento de 5.981 millones.
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