Caja Madrid ha obtenido un resultado atribuido de 256 millones de euros en 2010, tras realizar un importante esfuerzo en dotaciones, a las que se han destinado cerca de 1.282 millones. Tras este esfuerzo de saneamiento, la entidad considera que inicia 2011 con un balance limpio, un pilar fundamental de la estrategia del grupo en el año. El nivel de beneficios es similar al del año anterior (-3,7%), tal y como ya había avanzado la entidad en el trimestre precedente, lo que demuestra la capacidad del grupo de generar resultados. Este beneficio se ha conseguido en un año con un entorno económico complicado, en el que se ha producido cambio en la presidencia de la entidad, y se ha abordado un proceso de integración con otras seis entidades para crear un nuevo banco.
Control de la morosidad
Además de sanear el balance, el pasado año se ha caracterizado por una mejora del perfil de riesgo del negocio, al conseguir una reducción del saldo de dudosos cercano a 500 millones, lo que supone una caída del 6,4%. El dato compara positivamente con la tendencia general del sector, que aún continúa incrementando el importe de dudosos. Con ello, el nivel de morosidad de Caja Madrid se ha mantenido estable a lo largo del ejercicio, al situarse en el 5,44%, el mismo nivel que en 2009 (5,43%).
Uno de los pilares de la gestión en el año ha sido el fuerte impulso que se ha dado a la comercialización de los activos adjudicados y adquiridos. En 2010, se han multiplicado por tres las ventas de inmuebles, con 3.031 unidades vendidas por un importe efectivo de 390 millones de euros. Estos números, sitúan a Caja Madrid entre las entidades financieras españolas con menor saldo de adjudicados y adquiridos en su balance.
Durante el último año, la entidad ha incidido en su política de reforzar sus niveles de solvencia, lo que se ha traducido en un incremento del ‘core capital’ hasta finalizar el año en el 7,10%, frente al 6,84% registrado hace un año. Por su parte, el Tier I aumentó en 2010 hasta el 9,1%, cuando un año antes estaba situado en el 8,88%. El ratio de solvencia total ascendió al 11,03%, que compara con el 10,60% de 2009.
Uno de los mayores retos de 2010 para el sistema financiero ha sido la liquidez, que Caja Madrid ha solventado con gran éxito al conseguir emitir 9.400 millones de euros en unas condiciones adversas de mercado, con unos mercados institucionales de financiación mayorista que han presentado dificultades de acceso. Caja Madrid cierra un ejercicio tan complejo como el 2010 con impactos mínimos en el negocio. Los activos totales ascienden a 189.000 millones, lo que supone una caída de tan sólo el 1,5%, mientras que el volumen de negocio se sitúa en 270.000 millones, un 2,3% menor que en 2009.
Financiación empresarial
A pesar de ello, las concesiones de créditos han continuado activas, especialmente en empresas, a las que se han destinado financiación por 27.061 millones, y vivienda, con 4.400 millones financiados. Caja Madrid se ha volcado especialmente en 2010 en reforzar su vocación de servicio al tejido empresarial, para lo que se ha adherido a numerosas líneas de financiación y firma de convenios. En este contexto hay que destacar que en el marco del programa ICO Empresas se han formalizado más de 8.600 operaciones y un volumen de 1.421 millones de euros, lo que supone una cuota global en líneas ICO del 6,12%.
También cabe resaltar el acuerdo de apoyo empresarial con CEIM y la Cámara de Comercio de Madrid, que ha permitido desde su inicio formalizar 45.547 operaciones por un volumen superior a los 4.100 millones. Estos datos han permitido a Caja Madrid presentar una cuota de mercado en inversión crediticia del 6,75%, con datos a noviembre pasado. En recursos de clientes en balance, la entidad cuenta con una cuota de mercado del 7,13%, lo que le facilita reforzar su estructura de financiación, ya que los depósitos permiten financiar el 75% del crédito a clientes.

BBVA obtuvo en los nueve primeros meses un beneficio atribuido de 4.179 millones de euros, cifra que supone un descenso del 3,3% respecto a igual periodo de 2008 sin singulares (+1,3% a tipos de cambio constantes). Este excelente resultado se ha obtenido en un entorno económico y financiero muy complejo, en el que el Grupo ha seguido marcando diferencias en cuanto a generación de ingresos y rentabilidad para sus accionistas. A la vez, BBVA ha avanzado en la construcción del futuro del Banco con el fortalecimiento de su balance y de sus ratios de solvencia, así como en su expansión internacional con la compra de Guaranty Bank en EE.UU. En el tercer trimestre, el Grupo consiguió un beneficio atribuido de 1.380 millones de euros, importe similar al registrado en el mismo periodo del pasado año, a pesar del diferente registro de dividendos y de resultados por puesta en equivalencia.
BBVA obtuvo en el primer semestre de 2009 un beneficio atribuido de 2.799 millones de euros, cifra que aunque representa un descenso del 4,4% respecto a igual periodo de 2008 sin singulares, tiene un gran valor al haberse obtenido en un entorno económico y financiero muy complejo. Los elementos clave de la evolución de BBVA en el primer semestre fueron la fortaleza en la generación de resultados y de capital, la gestión prudente del riesgo y el fortalecimiento de su posición en todos los mercados en los opera. La capacidad del Grupo de generar resultados se manifestó claramente en el segundo trimestre de 2009, periodo en el que el Banco consiguió unos resultados trimestrales por encima de las expectativas, tanto en beneficios como en ingresos y eficiencia: El beneficio atribuido alcanzó los 1.561 millones de euros, un 5% superior al del segundo trimestre de 2008 y un 26,1% mayor al obtenido en el primer trimestre de 2009.
BBVA logró un beneficio de 1.238 millones de euros hasta marzo de 2009, un 36,6% menos que un año antes si se incluyen las plusvalías obtenidas entonces por la venta de Bradesco. De no tener en cuenta esa partida extraordinaria, las ganancias caen un 14,2%. Pese a todo, las cifras están por encima de lo esperado por los analistas. En un periodo «en el que continúa arreciando la crisis económica y financiera mundial», BBVA elevó el 5,5% los créditos a clientes, hasta 340.241 millones de euros. La morosidad se situó en el 2,8%. Aun así, está muy por debajo de la media del sector, del 4,2%. La entidad contaba al cierre del trimestre con 105.154 empleados, tras haber recortado su plantilla en 7.306 personas en los últimos 12 meses, de los cuales 3.818 abandonaron el banco entre enero y marzo de este mismo año. El banco ha continuado, asimismo, con el proceso de cierre de sucursales. En cuanto a la solvencia, el banco situó su «core capital» -capital más reservas frente a activos ponderados por riesgo- en el 6,4%, prácticamente igual que un año antes.

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