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El Estado registró hasta abril un déficit de 5.661 millones de euros, el 0,54% del PIB

El desequilibrio de las cuentas estatales en términos de contabilidad nacional es inferior en un 18% al registrado en 2009. Los ingresos impositivos consolidan su recuperación y presentan un crecimiento del 4,4%, gracias a la evolución positiva tanto de la recaudación por IRPF como por IVA

El Estado registró hasta el mes de abril un déficit de 5.661 millones de euros en términos de contabilidad nacional, equivalente al 0,54% del PIB, según los datos de ejecución presupuestaria que ha presentado hoy el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña. Este desequilibrio de las cuentas públicas estatales es inferior en un 18% al registrado hace un año. En abril de 2009, el déficit del Estado era de 6.908 millones de euros, un 0,66% del PIB.

El balance resulta de unos ingresos no financieros acumulados durante el primer tercio del año de 49.159 millones de euros, frente a los 54.820 millones de euros que supusieron los empleos no financieros en este mismo periodo. Hasta abril, los ingresos del Estado han evolucionado a un ritmo del 10,1% en términos de contabilidad nacional, mientras que los gastos lo han hecho a un 6,3%.

En términos de caja, una metodología contable que anota los ingresos y pagos que efectivamente se han realizado durante el periodo, el Estado registró hasta abril un déficit de 12.393 millones de euros, frente al saldo negativo de 8.467 millones registrado a la misma altura de 2009.

INGRESOS NO FINANCIEROS

Los ingresos no financieros totales ascendieron durante el primer cuatrimestre del año a 65.459 millones de euros, lo que supone un incremento del 0,8% respecto al mismo periodo del ejercicio precedente. Hay que tener en cuenta que esta cifra agrega tanto los datos del Estado como los referidos a la participación de las Administraciones Territoriales (comunidades autónomas y corporaciones locales) para permitir un análisis más completo. Si se descuenta este efecto, los ingresos no financieros presentan un incremento del 8%..

Los ingresos impositivos, que representan el 92,5% del total, presentaron por segundo mes consecutivo una evolución positiva y se incrementaron un 4,4% respecto al ejercicio de 2009, impulsados especialmente por la recaudación por IVA. Por figuras impositivas, el IRPF proporcionó una recaudación de 27.343 millones de euros, lo que representa un crecimiento interanual del 2%. Éste se explica, principalmente, por el mejor comportamiento de las retenciones del trabajo y del pago fraccionado de empresarios individuales y profesionales, debido a la supresión parcial de la deducción anticipada de 400 euros.

En el Impuesto de Sociedades, la recaudación ha ascendido a 4.257 millones, un 16,7% menos que la acumulada en abril de 2009. Esta evolución se explica por la caída del 20,7% en los ingresos derivados del pago fraccionado correspondiente al primer trimestre del ejercicio, que ha sido ingresado en abril.

Dentro ya de los impuestos indirectos, la recaudación por IVA ascendió a 20.408 millones de euros, lo que supone un aumento del 13,6% en relación al mismo periodo de 2009. En la evolución de este año hay que subrayar dos factores destacables que están contribuyendo a incrementar los ingresos: la caída de las devoluciones anuales por el impuesto y el aumento de los ingresos por los aplazamientos concedidos durante los meses precedentes. No obstante, la recaudación por IVA también refleja el incremento de los ingresos por importaciones y el mejor comportamiento de las ventas interiores, que crecieron en marzo por primera vez desde septiembre de 2008.

Los ingresos por impuestos especiales se incrementaron un 4,9%, hasta los 6.411 millones de euros. Dentro de esta rúbrica, destacan los incrementos de recaudación en el Impuesto sobre el Tabaco (7,1%) y en el Impuesto sobre Hidrocarburos (3,4%).

PAGOS NO FINANCIEROS

Por lo que se refiere a los pagos no financieros, éstos representaron un total de 61.953 millones de euros, con un incremento interanual del 14,0%. Este dato es todavía poco significativo de la evolución de los gastos durante el ejercicio, ya que una parte todavía relevante de los mismos se corresponden a obligaciones pendientes del año pasado.

El incremento de los pagos se localiza, principalmente, en los capítulos de gastos financieros y transferencias corrientes. Los gastos financieros ascendieron a 8.989 millones de euros, un 28,3% más. Los pagos por transferencias corrientes, que representan algo más de la mitad de los empleos realizados, ascendieron a 34.697 millones de euros, marcando un incremento del 22,1%, derivado principalmente del adelanto de las transferencias realizadas al Servicio Público de Empleo Estatal respecto a 2009 y de los anticipos a cuenta a las comunidades autónomas establecidos por el nuevo sistema de financiación autonómica.

Ligero optimismo de Hacienda en las cuentas del primer trimestre

La recaudación impositiva creció durante el primer trimestre del año un 0,8% en relación al mismo periodo de 2009, lo que supone la primera subida tras dos años de tasas de evolución negativas, según los datos de ejecución presupuestaria presentados hoy por el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña. El principal factor que explica este repunte es la recaudación por IVA, que presentó hasta marzo un perfil más dinámico con un incremento del 2,2%, que se elevaría hasta el 7,4% si se descontara el efecto coyuntural sobre las cifras que hoy se presentan de las devoluciones y aplazamientos solicitados en el impuesto. Aspectos cuyo impacto negativo sobre la recaudación bruta se irá diluyendo con el paso de los meses.

El Estado registró hasta marzo un déficit de 8.908 millones de euros en términos de contabilidad nacional, lo que equivale al 0,85% del PIB. Este balance resulta de unos ingresos no financieros acumulados hasta marzo de 31.772 millones de euros, frente a unos empleos no financieros que ascendieron a 40.680 millones en el mismo periodo.

A la hora de analizar estos datos hay que tener en cuenta dos factores que introducen distorsiones en la comparación con las cifras de 2009 y cuyo efecto se irá diluyendo a lo largo del año. El primero de ellos es la entrega a las comunidades autónomas, desde el inicio de este año, de los anticipos a cuenta derivados de los recursos adicionales que reconoce el nuevo sistema de financiación. El año pasado, los pagos derivados del nuevo modelo se realizaron en diciembre, una vez aprobado el mismo. Las entregas a cuenta de este año han aumentado los gastos del Estado en el primer trimestre en un importe de 2.352 millones de euros, mientras que en el año 2009 no se llevó a cabo ningún desembolso por este concepto hasta final de año. El otro factor son las transferencias del Estado a favor del Servicio Público de Empleo Estatal, que en este arranque de año suman 4.110 millones de euros, en lugar de los 2.104 millones registrados hasta marzo de 2009. Esta diferencia no se debe al incremento en la factura de las prestaciones por desempleo, sino a que en los presupuestos de este año ya se prevé el importe de estas transferencias, mientras que en el año pasado se llevaron a cabo mediante un crédito extraordinario aprobado en el mes de junio. Sin la intervención de estos dos factores de naturaleza coyuntural, el déficit del Estado a marzo de este año se reduciría en torno a unas tres décimas.

Tomado desde la perspectiva de las operaciones de caja, una metodología contable en la que se anotan los ingresos y pagos que efectivamente se han realizado durante ese periodo, el Estado alcanzó en el primer trimestre del año un déficit de 15.546 millones de euros, frente al déficit de 11.345 millones d el mismo periodo de 2009. Estos datos se ven igualmente afectados por los factores coyunturales explicados anteriormente.

El Estado ha cerrado el primer trimestre de 2010 con una necesidad de endeudamiento de 10.015 millones de euros, un 65,1% menos que los 28.694 millones reconocidos en marzo del año anterior, debido, sobre todo, a que el Fondo de Adquisición de Activos Financieros (FAAF) no ha necesitado realizar más operaciones.

INGRESOS NO FINANCIEROS

En las cifras de ingresos no financieros se aportan datos tanto del Estado como de las entregas a cuenta de las Administraciones Territoriales (CC.AA. y corporaciones locales). La cifra de recaudación total, incluyendo los datos del conjunto de las Administraciones, permite hacer un análisis más completo.

La principal novedad en este capítulo se encuentra en los ingresos impositivos (el 91% del total), que experimentaron un crecimiento acumulado del 0,8% en el primer tercio del año, reflejando la primera tasa de evolución positiva desde que se iniciara la fase más aguda de la crisis hace dos años. Estos ingresos se vieron impulsados por la recaudación por IVA y por IRPF, en cuya evolución empiezan a hacerse tangibles los primeros efectos de las medidas de consolidación fiscal lanzadas por el Gobierno. Sin embargo, debido a la disminución de los ingresos no impositivos, la recaudación neta descendió un 1,9% respecto a 2009.

En términos cuantitativos y por figuras impositivas, el IRPF proporcionó una recaudación de 19.212 euros, con un incremento del 1,1% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior debido principalmente a la eliminación parcial de la deducción de 400 euros.

La recaudación por el Impuesto de Sociedades fue de 693 millones de euros, con un descenso del 32,3%. Estos datos no son significativos y  habrá que esperar al primer pago fraccionado de abril, dado que los ingresos obtenidos por este impuesto en el primer trimestre del año únicamente suponen el 5% del total.

Dentro ya de los impuestos indirectos, la recaudación por IVA continuó mostrando un perfil ascendente y se elevó a 14. 584 millones de euros, lo que implica una subida del 2,2 % respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Este dato supone un cambio sustancial de tendencia en la evolución del impuesto, que hasta el presente mes de marzo había presentado tasas negativas durante los 27 meses anteriores.

Si, además, se descontara el efecto coyuntural que sobre las cifras de recaudación por este impuesto suponen la aplicación del nuevo sistema de devolución mensual -aún no operativo durante el mismo periodo de 2009- y el volumen de aplazamientos solicitados, el aumento de los ingresos se elevaría hasta el 7,4%.

Por su parte, la recaudación por impuestos especiales se elevó hasta los 4.655 millones de euros, aumentando en el primer trimestre un 2,4% respecto al mismo periodo de 2009. De este capítulo, destaca el aumento del 7% de la recaudación por el Impuesto sobre las Labores del Tabaco, así como el aumento del 0,3% en la del Impuesto sobre Hidrocarburos. La recaudación del Impuesto sobre la Electricidad se redujo  un 5,1%.

PAGOS NO FINANCIEROS

Por lo que se refiere a los pagos no financieros, éstos representaron un total de 48.305 millones de euros, con un aumento interanual del  13,4%.  El incremento se localiza principalmente en los gastos financieros, que han aumentado un 23,2% como consecuencia de los pagos para el servicio de la deuda.

Las transferencias corrientes crecieron un 19%, debido a los anticipos a cuenta abonados a las CCAA y a las mayores transferencias a los Servicios de Empleo. El capítulo de sueldos y salarios creció hasta marzo un 3,3%, aunque el conjunto de los gastos de personal, incluyendo los pagos a las mutualidades de funcionarios, se elevaron un 6,8%.

El Estado gastó el doble de lo que ingresó en 2009

El Estado registró al cierre del año 2009 un déficit de 99.785 millones de euros en términos de contabilidad nacional, lo que equivale al 9,49% del PIB. En 2008, el saldo negativo de las cuentas estatales fue de 30.572 millones, lo que en términos relativos supuso un déficit del 2,81% en relación al PIB. Este balance anual es el saldo resultante de unos gastos no financieros que alcanzaron la cifra de 205.714 millones de euros; por unos ingresos no financieros que ascendieron a 105.929 millones. En términos de caja, una metodología contable que anota los ingresos y pagos que efectivamente se han realizado durante el periodo, el Estado presentó en 2009 un déficit de 87.281 millones de euros, frente al saldo negativo de 18.747 millones con que se cerró el ejercicio precedente. El resultado presupuestario del Estado en el ejercicio de 2009 está condicionado por el contexto de crisis económica en el que se enmarca y por las medidas extraordinarias de estímulo puestas en marcha por el Gobierno para contrarrestar el impacto sobre familias y empresas de la pérdida de dinamismo de la economía. El incremento de las transferencias del Estado al Servicio Público de Empleo para el pago de prestaciones por desempleo, el subsidio para parados de larga duración, las iniciativas gubernamentales dirigidas a estimular la creación de empleo y la inversión, unidas a la política de reducciones selectivas de impuestos en determinados sectores y mayores aplazamientos impulsada desde Hacienda han tenido un efecto conjunto de 36.910 millones de euros. Muchas de estas medidas son de carácter coyuntural y, por su propia naturaleza, no se prolongarán indefinidamente en el tiempo. El impacto de éstas, sumado a las mayores aportaciones que ha realizado el pasado año el Estado para afrontar el pago de las prestaciones por desempleo, explican más de una tercera parte del déficit público de 2009.

INGRESOS NO FINANCIEROS
En las cifras de ingresos no financieros se aportan datos del conjunto de las Administraciones Públicas, antes de descontar la participación de las administraciones territoriales (CCAA y Corporaciones Locales), lo que permite hacer un análisis más completo. Durante el pasado año la recaudación neta ascendió a 162.460 millones de euros, un 13,9% menos que en 2008. Los ingresos impositivos, que representan el 90% del total, retrocedieron un 17,1% respecto al ejercicio de 2008 como consecuencia del impacto de la crisis económica. La recaudación por impuestos directos fue de 87.521 millones de euros, un 14,2% menos que la cifra de 2008. El IRPF cerró el año proporcionando unos ingresos de 63.857 millones de euros, inferiores en un 10,5% a los de 2008, entre otros factores por los mayores aplazamientos y el impacto de medidas como la deducción de 400 euros, la nueva deducción por alquiler de vivienda, la ampliación de los plazos para la materialización de las cuentas ahorro vivienda y para reinversión de vivienda habitual. En el Impuesto de Sociedades el descenso de la recaudación fue algo mayor, al reducirse un 26,1%. En este comportamiento también influyeron la agilización de las devoluciones a empresas, el efecto de la segunda fase de la reforma fiscal y, por supuesto, los menores beneficios de las empresas como consecuencia de la debilidad de la situación económica. En total, los ingresos por este impuesto ascendieron a 20.188 millones de euros.
Los impuestos indirectos también aportaron menos a las arcas públicas en 2009. Los ingresos por esta vía alcanzaron los 55.661 millones, lo que implica un retroceso del 21,2% en relación al ejercicio de 2008. La recaudación por IVA descendió un 30,1%, cerrando el año con 33.573 millones de euros. Hay que aclarar que este descenso se explica, en buena medida, por los mayores aplazamientos de pago registrados y por la ampliación del derecho a la devolución mensual, cuyo impacto conjunto a efectos de recaudación asciende a unos 6.550 millones de euros.

La recaudación por impuestos especiales ascendió a 19.349 millones de euros, un 1,1% menos que en el ejercicio fiscal de 2008. Dentro de esta rúbrica destacan el descenso del 3% de la recaudación por el Impuesto de Hidrocarburos, así como el repunte del 1,5% en los ingresos derivados del Impuesto sobre las Labores del Tabaco.
Descontando la participación que corresponde a los entes territoriales sobre el IRPF, IVA y los Impuestos Especiales en virtud de su sistema de financiación que ascendió a 60.422 millones de euros, incrementando su cuantía en un 1,8% respecto a la registrada en diciembre de 2008, los ingresos no financieros del Estado alcanzaron en 2009 los 102.038 millones de euros, lo que supone un volumen inferior en un 21,1% a lo ingresado el ejercicio precedente. En cuanto a la evolución de la recaudación no impositiva, ésta se incrementó un 20,4% en 2009 hasta alcanzar los 19.728 millones de euros. A ello contribuyeron varios factores como las diferencias entre los valores de reembolso y emisión de la deuda pública o la comisiones por los avales concedidos en el marco del Real Decreto Ley 7/2008.

PAGOS NO FINANCIEROS
En 2009, los pagos no financieros realizados por el Estado representaron 189.319 millones de euros, marcando un incremento interanual del 27,8%. El aumento de las transferencias a los Servicios Públicos de Empleo y al Fondo Estatal de Inversión Local y la concesión de un anticipo a las comunidades autónomas como consecuencia del nuevo sistema de financiación explican parte de este incremento. Sin la presencia de estos factores, los empleos no financieros del Estado ascenderían un 6,3%. Los pagos por transferencias corrientes crecieron un 35,7%, hasta alcanzar los 112.411 millones de euros. Dentro de esta rúbrica se encuentran las transferencias a los Servicios Públicos de Empleo, que significaron 19.255 millones de euros.
Las transferencias de capital, por su parte, se incrementaron un 94,1%, cerrando el año en 17.360 millones de euros. Al cierre del año, el Estado presentó una necesidad de endeudamiento de 116.288 millones de euros, frente a los 47.774 millones con que se echó el cierre al ejercicio de 2008.

DATOS ENERO 2010
En relación a los datos de ejecución presupuestaria del arranque del año, el mes de enero se cerró con un déficit de 706 millones de euros en términos de contabilidad nacional, lo que equivale a un 0,07% del PIB, frente al superávit del 0,07% del PIB (719 millones) registrado en el primer mes del año pasado.
Los datos del mes de enero no son significativos a la hora de estimar una posible evolución de las cuentas públicas, ya que la recaudación efectiva en la mayor parte de los impuestos es irrelevante y la mayor parte de los pagos corresponde a ejercicios ya cerrados. Al cierre del primer mes del año, el Estado ha tenido una necesidad de endeudamiento de 10.424 millones de euros. En el mismo mes de 2009 esta necesidad de endeudamiento fue de 15.063 millones de euros, un 30,8% más que este año.

La economía española suavizó su caída en el segundo trimestre y se contrajo un 1,1%

Nadie puede negarle al Gobierno su proverbial optimismo.  Tras la confirmación por el Instituto Nacional de Estadística de la brutal caída del PIB en el primer semestre del año, el Gobierno insiste en que cada vez estamos mejor y que todo queda dentro de los márgenes del Objetivo de Estabilidad. La Nota de Prensa, técnicamente correcta, es un alarde de ingeniería contable.

La economía española ha empezado a mostrar una significativa moderación en los ritmos de crecimiento negativo que viene presentando los últimos trimestres. Según los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral, que hoy ha publicado el Instituto  NacionaI de Estadística (INE), el Producto Interior Bruto registró en el segundo trimestre de 2009 una tasa intertrimestral del -1,1%, frente al retroceso del 1,6% estimado para el periodo inmediatamente anterior. En términos interanuales la economía española ha experimentado una contracción del 4,2%.

Este desempeño está en línea con las previsiones macroeconómicas aprobadas por el Gobierno el pasado mes de junio y es compatible con el Objetivo de Estabilidad para el periodo 2010-2012, que prevé un crecimiento negativo para este año del 3,6%.

En el segundo trimestre, la aportación positiva del sector exterior al PIB creció hasta los 3,1 puntos, mientras que la demanda nacional restó 7,3 puntos al crecimiento.

Los dos principales componentes de la demanda interna, consumo y formación bruta de capital, registraron tasas negativas de crecimiento, si bien su comportamiento durante el segundo trimestre mostró una moderación en la intensidad de su contracción.

El consumo decreció un 3%, muy condicionado por el retroceso del 5,9% en el gasto de los hogares, que se ha visto compensado en buena medida por la mayor intensidad del consumo de las Administraciones Públicas, que ha experimentado un crecimiento positivo del 5,1%.

Por lo que se refiere a la inversión, registró una tasa de variación negativa interanual del 17%. Sin embargo, su contracción durante el segundo trimestre (-3,9%) ha sido significativamente más moderada que en el primero (-6,3%), una pauta que se aprecia con especial intensidad en el segmento de los bienes de equipo, dónde se ha pasado de un retroceso intertrimestral del 14,4% a un descenso del 6,5%.

En cuanto al sector exterior, las exportaciones y las importaciones continuaron registrando un signo negativo en la perspectiva interanual durante el segundo trimestre del año, si bien en un tono algo menos intenso que en el arranque del ejercicio. Respecto al trimestre anterior, las exportaciones mostraron su primer dato positivo en cinco trimestres (0,6%), aprovechando la reactivación económica de algunas economías de nuestro entorno más inmediato; y la caída de las importaciones fue apenas del 2,3%, en contraste con el -11,5% registrado en el dato de Contabilidad Nacional del primer trimestre.

Desde la perspectiva sectorial, todos los sectores registraron tasas negativas de crecimiento respecto al mismo periodo del año precedente. No obstante, su comportamiento respecto al trimestre anterior fue significativamente mejor en casi todos los casos. Energía mostró una contracción del 1,4% frente al 4,1% de tres meses antes, construcción pasó de un crecimiento negativo del 2,1% a tasas negativas del 0,7% y el sector servicios apenas retrocedió un 0,2% frente al 0,8% del trimestre anterior. Agricultura, ganadería y pesca, que ya había mostrado un crecimiento intertrimestral positivo del 0,2% en el primer trimestre del año, cerró el segundo con un crecimiento del 0,5%. Sólo la industria se contrajo más que en el periodo precedente.

El empleo equivalente a tiempo completo se redujo un 7,1% en tasa interanual, con lo que la cifra de ocupados se situó en 17.785.800.  Por sectores, destaca el crecimiento del 1,1% del empleo en el sector energético. En el resto de los sectores se redujo la ocupación: un 2,7% en servicios, un 3,6% en la agricultura y la pesca, un 12,8% en la industria y un 25,3% en la construcción.

La productividad del trabajo creció en el segundo trimestre un 3,2%.

La economía está peor de lo que dice el Gobierno, según las Cajas de Ahorros

865434_money_mattersLas cifras de contabilidad nacional correspondientes al primer trimestre de 2009 recogen una caída del PIB del 1,9% intertrimestral (-7,4% en tasa anualizada), lo que acentúa el retroceso de la tasa interanual hasta un -3%, desde el -0,7% del trimestre anterior. Algunos indicadores relativos al consumo, como las ventas minoristas, las disponibilidades de bienes de consumo o las matriculaciones de automóviles, han registrado en el primer trimestre una estabilización en su ritmo de caída, o incluso una ligera moderación del mismo. Esto puede deberse al efecto de las rebajas (parte del consumo del último trimestre de 2008 podría haberse retrasado hasta el primero de este año para beneficiarse de las rebajas), y también a las distorsiones derivadas del diferente calendario de Semana Santa. No obstante, las ventas interiores de bienes de consumo declaradas por las grandes empresas han presentado un retroceso más intenso que en el trimestre anterior. La contabilidad nacional ha arrojado una aceleración de la caída de esta variable hasta un -6,7% intertrimestral (tasa anualizada). Un indicio esperanzador proviene de la evolución del índice de confianza del consumidor, que podría haber tocado fondo en el primer trimestre de este año.

En cuanto a la formación bruta de capital fijo en bienes de equipo, las ventas interiores de bienes de equipo y la cartera de pedidos de bienes de inversión reflejan una agudización del fuerte deterioro experimentado en el trimestre precedente. Las ventas de vehículos de carga, sin embargo, han descendido menos, pero la evolución interanual de este indicador está afectada por los cambios fiscales que se produjeron a comienzos de 2008, junto a los efectos del año bisiesto en febrero de 2008 y del diferente calendario de Semana Santa. En definitiva, este agregado de la contabilidad nacional ha anotado un retroceso intertrimestral anualizado del 32,5%, frente a un -26,5% en el trimestre anterior. La inversión en construcción ha suavizado significativamente, en términos intertrimestrales, su tasa de descenso, lo que obedece al incremento del componente de otras construcciones, que ha ascendido un 7,1% intertrimestral anualizado tras haberse contraído un 10,6% en el período precedente, debido al impulso de la inversión en infraestructuras. El otro componente de este agregado, la inversión en construcción de viviendas, profundiza su caída hasta un 24,9% intertrimestral anualizado. Los visados de obra nueva, un indicador adelantado, han prolongado en los primeros meses del año su pronunciada trayectoria descendente, mientras que las viviendas iniciadas moderaron su caída en el último trimestre del pasado año, a causa de la recuperación de la construcción de viviendas de protección oficial, pero continúan en tasas muy negativas, del orden del 40%. En línea con las cifras de Aduanas, que presentan un descenso del déficit comercial en el primer trimestre del año del 37,6% interanual en términos reales, la contabilidad nacional recoge una caída de las importaciones más intensa que la de las exportaciones (si bien en comparación intertrimestral sucede lo contrario). La aportación del sector exterior al crecimiento sigue siendo positiva, 2,3 puntos porcentuales, frente a una aportación de la demanda nacional de -5,3 pp.

Desde el punto de vista de la oferta, el VAB de los sectores industriales (manufacturas y energía) ha más que duplicado su ritmo de retroceso interanual hasta un -10,2%, aunque esta caída es muy inferior a la reflejada por otros indicadores, como índice de producción industrial, que en el primer trimestre de 2009 ha descendido a ritmos superiores al 20%. La utilización de la capacidad productiva ha caído hasta mínimos históricos y los pedidos han continuado su tendencia descendente, mientras que el empleo ha seguido contrayéndose. El índice de confianza industrial ha profundizado su deterioro en el primer trimestre, aunque en abril se ha registrado una mejoría que todavía es pronto para saber si supone el inicio de un cambio de tendencia. El VAB de la actividad de la construcción ha estabilizado su ritmo de caída interanual en un -8%, registrándose una sorprendente mejoría de su tasa intertrimestral, que ha pasado de un -12,9% anualizado a un -0,8%. Ni siquiera el aumento de la obra pública es suficiente para explicar este resultado, que tampoco encaja con la evolución de otros indicadores, como el empleo o el consumo de cemento. El índice de confianza también ha continuado retrocediendo en los primeros meses del año. El único indicador que muestra una recuperación (35% en tasa interanual) de la obra civil en el primer trimestre es el índice de producción de la construcción, pero esta estadística es muy volátil y de escasa calidad.

En cuanto a los servicios, el índice de cifra de negocios de dicho sector, al igual que las pernoctaciones en hoteles, la entrada de visitantes y el gasto de los turistas, han acelerado su caída en el primer trimestre. No obstante, los resultados de estos indicadores están sesgados a la baja por el efecto sobre la comparación interanual del año bisiesto de 2008 y del diferente calendario de Semana Santa. El indicador de confianza del sector se ha estabilizado en niveles ligeramente por encima de los alcanzados a finales del año pasado. La tasa de variación interanual del VAB se vuelve negativa, hasta un -0,6% (-1,7% en el caso de los servicios de mercado), aunque la comparación intertrimestral ya presentaba tasas negativas desde el cuarto trimestre de 2008 (desde el tercero, en los servicios de mercado).

El mercado de trabajo ha agudizado su deterioro en el primer trimestre del año. Según la contabilidad nacional, el número de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo ha acelerado su ritmo de caída hasta un -6% interanual (-10,8% intertrimestral anualizado), evolución semejante a la que registra el número de ocupados según la EPA. El número de afiliados a la Seguridad Social, aunque en las medias trimestrales arroja unos registros muy parecidos a los anteriores, presenta un perfil cuya tendencia en los dos últimos meses es hacia la aminoración en los ritmos de caída, tanto para el número total como para el correspondiente a cada uno de los sectores, lo que constituye otro indicio favorable.

En lo que se refiere a la inflación, el crecimiento del deflactor del PIB se ha reducido hasta un 1,2% interanual en el primer trimestre, descenso que ha sido más intenso en el deflactor del consumo de los hogares, que se situó en un 0,6%. La tasa de inflación medida a través de la variación del IPC se ha situado en negativo desde marzo, debido a las fuertes caídas interanuales de precios registradas en el grupo de bienes energéticos, a causa de efectos escalón. No obstante, la tasa subyacente sigue en positivo, aunque en mínimos históricos, reflejando la menor presión sobre los precios derivada de la caída de la demanda.

Previsiones 2009-2010
Teniendo en cuenta el resultado de la contabilidad nacional del primer trimestre, que ha sido peor de lo esperado en las anteriores previsiones, así como la evolución de los indicadores económicos más recientes, se han actualizado las previsiones para la economía española. Hay indicios que apuntan a que el primer trimestre de 2009 puede haber sido el peor de la actual fase cíclica, y que el deterioro de las condiciones económicas, aunque va a continuar, lo hará de forma menos acusada. La intensidad del ajuste que está sufriendo el sector inmobiliario, los problemas del sector bancario y la recesión de la economía mundial van a retrasar considerablemente la salida de esta crisis, de modo que las tasas intertrimestrales de variación del PIB no volverán a ser positivas hasta la segunda mitad de 2010. La tasa de crecimiento medio anual del PIB prevista para 2009 se ha recortado en ocho décimas, hasta el -3,8%, y la prevista para 2010 en siete décimas, hasta el -1,2%. Casi todo el recorte se debe a la incorporación de los datos contables del primer trimestre, que ha dado una caída del PIB superior en seis décimas porcentuales a lo previsto.

Los hogares van a seguir recortando su consumo, aunque a tasas decrecientes en términos intertrimestrales. En 2009 esta variable sufrirá un retroceso medio anual del 4,3%. El aumento del ahorro, la reducción del endeudamiento, el descenso de la carga financiera derivada de la bajada de los tipos de interés y la recuperación de capacidad adquisitiva que resulta de la reducción de la inflación crearán las condiciones para que a partir del primer trimestre de 2010 vuelva a crecer el gasto de las familias. Sin embargo, las tasas interanuales seguirán siendo negativas hasta el segundo trimestre del año, debido a que reflejan con retardo los puntos de inflexión, por lo que la tasa media anual de dicho año será también negativa, -0,2%. Teniendo en cuenta las bajas tasas de utilización de la capacidad productiva instalada, la formación bruta de capital fijo en bienes de equipo no registrará tasas de crecimiento intertrimestrales positivas hasta la segunda mitad de 2010. Las previsiones para esta variable se sitúan en el -22,8% y el -10,1% para 2009 y 2010 respectivamente.

Las perspectivas para la inversión en construcción residencial siguen siendo muy negativas. El ajuste se va a prolongar durante mucho tiempo, y la actividad no remontará hasta que no sea absorbida la mayor parte del stock de viviendas sin vender, lo cual no sucederá hasta que las perspectivas para el empleo comiencen a mejorar y el precio se ajuste a la capacidad económico-financiera de la demanda potencial. Este agregado registrará una caída del 22,9% este año y del 16,3% el próximo. La inversión en otras construcción va a seguir creciendo en los trimestres segundo y tercero gracias al plan de obras públicas municipales, pero a partir del cuarto, una vez finalicen los trabajos, volverán a registrarse tasas negativas en este capítulo. El conjunto de la inversión en construcción va a caer un 10,7% en 2009 y un 9,6% en 2010. Las exportaciones seguirán resintiéndose de la recesión de la economía mundial, aunque la caída de las importaciones va a seguir siendo más acusada. La aportación del sector exterior volverá a ser positiva en 2009 y 2010, ascendiendo a 2,4 y 1,1 puntos porcentuales respectivamente, mientras que la aportación de la demanda nacional seguirá siendo negativa.

Las débiles tasas de crecimiento que se comenzarán a registrar en 2010 serán insuficientes para reactivar la creación de empleo. Este seguirá descendiendo en términos intertrimestrales durante todo 2009 y 2010. La caída en el número de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo este año será del 6,5%, y del 2,9% el próximo. Si a la reducción del empleo le sumamos el incremento esperado de la población activa, el número de desempleados en términos EPA podría elevarse hasta en torno a cinco millones en el último trimestre de 2010, lo que supondría una tasa de paro de un 21,5% en dicho periodo. La tasa de paro media anual se situará dicho año en el 21,1%, desde un 18,3% esperado para este ejercicio. La productividad crecería, en consecuencia, un 2,9% en 2009 y un 1,8% en 2010, y el crecimiento del coste laboral unitario se moderaría significativamente hasta un 0,6% y un 0,2% en 2009 y 2010 respectivamente. El deflactor del PIB va a aminorar sensiblemente su ritmo de crecimiento gracias a la menor presión de la demanda y al menor crecimiento de los costes laborales y de la energía. El deflactor del consumo de los hogares presentará incluso un retroceso del 0,1% anual este ejercicio, recuperándose un 1,7% en 2010.

El ahorro de los hogares seguirá recuperándose, hasta un 16,8% de la renta bruta disponible en 2009 y un 17,7% en 2010. También el ahorro de las empresas mantendrá su tendencia al alza. Todo ello, junto a la caída de la inversión, se traducirá en un vuelco del saldo de operaciones no financieras del sector privado, que de un déficit del 11,9% del PIB en 2007 pasará a un superávit del 8,4% en 2010. Ello será contrarrestado, sin embargo, por la evolución negativa del déficit de las Administraciones Públicas, que se incrementará hasta el 9,2% del PIB y el 11,5% del PIB este año y el próximo. El conjunto del ahorro de la economía apenas crecerá este año unas décimas, hasta el 20,6% del PIB, y descenderá hasta el 19,5% en 2010. Seguirá siendo, por tanto, insuficiente para financiar el volumen de inversión nacional, pese a que esta se va a reducir considerablemente, aunque la diferencia entre ambas variables será mucho menor que en los últimos años: el déficit por cuenta corriente se estrechará hasta un 4,5% y un 3,1% del PIB respectivamente este año y el siguiente.