Las ocurrencias del Gobierno en materia económica podrían llenar un capítulo del Guinness de los récords. Desde el compromiso de pleno empleo en el programa electoral hasta las fanfarronadas de superar en PIB a Italia y en renta per cápita a Francia. De negar la crisis a hacer pagar sus consecuencias a las clases sociales más débiles. De ir al baile del brazo de los sindicatos al vodevil de la huelga general. De negar el saludo a la bandera americana a poner nuestras cuentas bajo su tutela y la del FMI. Del juego de la silla del G-8 a mirar, como la zorra, las uvas inalcanzables.
Cuando creíamos que la sarta de tontunas había sido colmada por Leire Pajín al decir que “el PIB es masculino, es claramente masculino, y por tanto el cambio estará en el momento en que las decisiones importantes estén tomadas también por las mujeres”, llega Elena Salgado y justifica que tengamos el paro más alto de la OCDE porque ha crecido la población activa. U otras lumbreras que justifican el desempleo porque las mujeres también demandan un puesto de trabajo. Si este Gobierno denigra los indicadores económicos clásicos, como el PIB o la Renta, tampoco puede escudarse en ese engendro de los economistas progres que es el BEN (Bienestar Económico Neto), que mide la calidad y la felicidad de los ciudadanos frente a la mera producción de bienes y servicios. A tenor de las encuestas, de los rankings internacionales o de las pitadas a Zapatero no parece que los españoles estén satisfechos con su suerte.
Ahora van a meter mano a las pensiones, la última gran reforma social del Gobierno socialista. El mismo Zapatero que impide que las propuestas de la oposición se debatan en el Parlamento y dinamita el Pacto de Toledo con una rebaja unilateral pide ahora árnica a Rajoy para buscar un consenso. Quizá todo sea un problema de género y haya que hablar de las “pensionas” o igual va la ministra o alguno de sus acólitos y dice que la culpa la tienen los viejos porque se mueren más tarde.
Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario La Gaceta (Madrid), el 14 de octubre de 2010
http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/opinion/piba-y-las-pensiones
El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, dio un repaso al Gobierno de Zapatero, especialmente a sus ministros de Economía y Trabajo, en su intervención en la jornada organizada por Nueva Economía Fórum. No dejo títere con cabeza, salvo al Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, con quien comparte tesis sobre el exceso de endeudamiento y la necesidad de la reforma laboral. Trichet dijo que en la última década la economía española ha mostrado un fuerte crecimiento en términos de producción y, en particular, en la creación de empleo. Además, cuenta con algunas empresas líderes mundiales en sectores importantes como la energía, las comunicaciones y la banca.

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