El vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Competencia, Joaquín Almunia advirtió en el Fórum Europa que la creación de un fondo monetario europeo para resolver los problemas como los acaecidos en Grecia «es pensar en el largo plazo y eso es un lujo si aún no hemos resuelto los problemas a corto y medio plazo». En el desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum, Almunia afirmó que “la crisis griega se ha trasladado al conjunto de la UE” y que “todos los responsables nos tenemos que replantear una serie de preguntas”, cuando la unión monetaria cumple 11 años de existencia. Según Almunia, no solo se debe definir “como atajar la crisis griega, sino cómo se debe mejorar el sistema para afrontar posibles crisis en algún país miembro”. Por ello, defendió que la UE debe planear bien cómo responde a los esfuerzos griegos para resolver la situación, unos esfuerzos que, según Almunia, “llegan demasiado tarde”.
“Exigen acuerdos de gran trascendencia”, añadió el vicepresidente de la Comisión, quien admitió que “no estamos preparados para una respuesta rápida, ya que estamos teniendo que acelerar un trabajo que no se hizo durante los buenos momentos de crecimiento económico”. Por ello, cree que en los próximos meses “se deben adoptar decisiones claves para orientar el conjunto de la década en una senda de crecimiento sostenible y competitivo porque no podemos seguir como antes de la crisis mirando con temor y actitudes defensivas a los competidores y en particular a los países emergentes”. Entre las tareas pendientes, se refirió a la mejora de la actividad y la coordinación de los órganos supervisores y reguladores, la aprobación de la directivas sobre los requisitos de capital y fondos propios de las entidades financieras, el perfeccionamiento de los mecanismos de solución de crisis en los sistemas financieros y abordar el control de los productos derivados y los ‘hedge funds’.
El vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Competencia, Joaquín Almunia, afirmó en el Fórum Europa que la decisión de España de subir el IVA es una medida «positiva» para reducir el déficit público, aunque aclaró que «no es la única alternativa». Almunia defendió que “lo que no es aritméticamente posible es reducir el déficit sin cortar el gasto y reduciendo los ingresos”. “Esa historia nunca me la he creído y menos en un momento como el actual”, agregó Almunia, quien señaló que “la cuestión es de dónde se sacan esos ingresos adicionales”. Por ello, consideró razonable que haya diferentes opiniones sobre cómo reducir el déficit y apuntó que es más difícil hacerlo vía reducción del gasto que a través de una subida de los ingresos.
Sobre las alternativas, Joaquín Almunia se refirió a otro tipo de vías impositivas, como las relativas a la imposición de tasas a ciertas energías (impuestos verdes) o sobre la riqueza, “mecanismos que han ido perdiendo fuerza en los últimos años y que tienen más posibilidad de avance”. En cuanto al efecto en el consumo de una subida del IVA, recordó que hace unos años Alemania incrementó un 3% el IVA y que no quedó claro si esto tuvo o no impacto. Además, añadió que en ese caso un tercio del incremento se dedicó a reducir las cotizaciones sociales.
Por otro lado, se refirió al conjunto de medidas contenidas en el plan de estabilidad presentado por el Gobierno español a la Comisión Europea para reducir el déficit al 3% en 2013, que actualmente está siendo analizado por las autoridades comunitarias. Para Almunia, el programa de España, al igual que el de otros países como Francia, “está bien para 2010”, aunque advirtió de que en los años siguientes “depende de que se confirmen unas previsiones macroeconómicas que pueden pecar de cierto optimismo”. “Ojalá los expertos de la comisión se equivoquen y se confirmen en la realidad estas previsiones, porque a nadie le molesta que se crezca más que lo previsto”, concluyó.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, denunció en el Fórum Europa la «hipocresía, cinismo e ignorancia» de algunos países con respecto al proceso de integración europea, por estar pidiendo que se vuelva a la situación previa a la aprobación del Tratado de Lisboa. Por ello, durante su intervención en el foro de debate, organizado en Madrid por Nueva Economía Fórum, pidió que “se dejen de lado y se rechacen los argumentos poco fundados que reflejan determinados estados de ánimo de aquellos que no se sienten cómodos cuando la integración europea avanza”.
Según el también comisario europeo de la Competencia, las críticas a la entrada en vigor del Tratado reflejan “falta de visión y cortedad de miras”, ya que “la cooperación entre naciones por sí misma no resuelve nada y hace falta buscar la fusión de intereses y no solo el equilibrio de éstos”. “Con la suma de intereses nacionales Europa no va a ganar esta batalla”, agregó Almunia, quien reiteró que “no se puede salir de la crisis pegando golpecitos en el hígado del vecino”. “Con esta crisis tenemos que aprender que necesitamos poner nuestros esfuerzos al servicio de unas mayores cuotas de integración y que esa es la manera de que Europa tenga futuro y que no sea irrelevante, que es a lo que nos llevarían los nacionalismos y los proteccionismos”, prosiguió.
A este respecto, admitió que la tramitación del Tratado de Lisboa ha generado “cierto distanciamiento respecto a la idea europea, que ahora tenemos que recuperar en un momento extraordinariamente difícil”. Por ello, destacó que la Presidencia española “es clave y única durante los últimos años, porque es la que tiene que llevar a la práctica el Tratado de Lisboa” y “es un país que difícilmente podría ser más indicado para un momento tan importante para la UE”. “Es una presidencia que todos los demás europeos y europeístas están agradeciendo”, apuntó Almunia, quien concluyó que si presidiera la UE “un país con recelo y reticencia de la integración europea, la puesta en marcha del Tratado estaría sufriendo mucho”.
(Nueva Economía Fórum)
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