Se cumple un año del ascenso de Rajoy a la presidencia del Gobierno y si hay que destacar un titular es que las clases medias son las paganas de la crisis. He buscado en el diccionario de la RAE, y la definición viene al pelo. Pagano: persona que paga, generalmente por abuso, las cuentas o las culpas ajenas. Pues así están las cosas y no es cuestión de juzgar desde la derecha o la izquierda. Los ricos siguen siendo más ricos, incluso con leyes discriminatorias a su favor, como la amnistía fiscal, y los pobres siguen igual de pobres, aunque también con normas polémicas que les permiten en alguna medida capear el temporal, como el reciente decreto ley sobre los desahucios, claramente arbitrario.
Al final al que le han subido los impuestos, ¡y de qué forma!, es a la clase media, a quien desahucian de sus casa es a la clase media y quien paga más por las medicinas es la clase media. Resulta curioso que los que han encumbrado a Rajoy sean los más perjudicados por acción o por omisión. Podemos seguir poniendo ejemplos, tales como la caída de las cotizaciones en Bolsa, la depreciación de fondos de inversión, el desastre de los fondos de pensiones o la falta de solución al problema de las preferentes, colocadas con dudosas artimañas. Ahora suben las tasas municipales, especialmente el IBI, así como las medicinas, la educación, los transportes, etc., con un IPC que devalúa aún más pensiones y salarios.
Esta es una breve descripción de la realidad, al margen de connotaciones políticas, que refleja que la carga de la crisis la está soportando la mayoría silenciosa, una clase media apaleada a la que cada día se le exigen más sacrificios y que ante la imposibilidad de ser rica a veces preferiría ser inmensamente pobre.
Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario LA GACETA (Madrid), el 25 de noviembre de 2012
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