* Los presupuestos no generan la credibilidad y confianza necesarias ya que se apoyan sobre unas previsiones económicas irreales.
* Es difícil ver cómo ayudan estos presupuestos a asentar el nuevo modelo de crecimiento que el Ejecutivo pretende consolidar.
* Necesitamos unos objetivos fiscales creíbles, un plan y un calendario para lograrlos y unas reformas estructurales serias y coherentes.
El presidente del Círculo de Empresarios, Claudio Boada, el presidente del Comité de Política económica, Fernando Eguidazu, y la directora de Economía, María Jesús Valdemoros, han presentado hoy el Documento “Presupuestos Generales del Estado 2011: España en la encrucijada”. En él se plantea la necesidad de un ajuste fiscal de naturaleza estructural para tratar de salir de la delicada situación en que se encuentra la economía española.
El Documento destaca los factores políticos que influyen negativamente en la adopción creíble de un enfoque necesario para el ajuste de nuestros graves desequilibrios. En este sentido apunta al hecho de que se está supeditando la aprobación del proyecto gubernamental “exclusivamente a acuerdos políticos sobre cuestiones diferentes de los propios presupuestos, relegando el principal criterio con que deberían juzgarse: su adecuación a las necesidades de la economía española”. Asimismo se dice que “nos encontramos con el desgastado capital político de un gobierno que primero negó sistemáticamente la existencia de la crisis y después retrasó la adopción de medidas (…) e incumplió los compromisos asumidos en sus propios presupuestos anteriores”.
A esto hay que añadir que los presupuestos “no generan la credibilidad y confianza necesarias, ya que se apoyan sobre unas previsiones económicas irreales”, pues “sólo el gobierno cree en un crecimiento del 1,3 por ciento, un valor inalcanzable”. El Círculo señala que “para 2011 y años siguientes necesitamos de una voluntad clara de corrección de los desequilibrios, unos objetivos fiscales creíbles, un plan y un calendario para lograrlos y unas reformas estructurales serias y coherentes”. Aunque se pueden calificar estos presupuestos de austeros, dice el Documento, “es difícil ver cómo ayudan a asentar el nuevo modelo de crecimiento que el Ejecutivo pretende consolidar”.
Teniendo en cuenta que los equilibrios fiscales de las CC.AA y de las CC.LL son la clave para el cumplimiento de los objetivos fiscales adoptados frente a la Unión Europea, el Documento propone la creación de un organismo fiscal independiente, en línea con la Oficina de Presupuesto del Congreso de EE.UU., al que deberían estar plenamente sujetas las políticas fiscales de estas Administraciones públicas. “De esta manera –dice– se corregiría la actual asimetría del sistema en el que las posibles sanciones europeas recaen únicamente sobre la Administración Central”.
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