Iberdrola reitera que existe un conflicto de competencia con ACS evidente, nítido y reconocido por la constructora
1. IBERDROLA considera que existe un conflicto de competencia con ACS evidente, nítido y reconocido por la propia constructora en la Junta General de accionistas de la Compañía, celebrada en Bilbao el pasado 26 de marzo.
2. IBERDROLA actuó en la Junta conforme a la legalidad vigente, que es absolutamente clara en el artículo 132 de la Ley de Sociedades Anónimas, cuando habla de la separación de consejeros y señala expresamente que “los administradores que lo fueren de otra sociedad competidora y las personas que bajo cualquier forma tengan intereses opuestos a los de la sociedad cesarán en su cargo a petición de cualquier socio y por acuerdo de la junta general”. El cese del representante nombrado por ACS en la Junta de IBERDROLA fue aprobado por el 81,5% de los accionistas de la Sociedad.
3. El conflicto de competencia entre el Grupo ACS y el Grupo IBERDROLA, distinto de lo que es un simple conflicto de interés, está acreditado por diversos informes económicos y dictámenes jurídicos elaborados por PricewaterhouseCoopers, Nera, Uría y Menéndez, Ramón y Cajal y Cortés Abogados, que fueron puestos a disposición de los accionistas en la Junta General.
4. Estos informes y dictámenes, así como las respectivas presentaciones de resultados correspondientes al ejercicio 2009, evidencian que ambas compañías son competidores reales en numerosos mercados y han rivalizado en licitaciones nacionales e internacionales para la prestación de servicios y la realización de proyectos. La competencia es particularmente intensa en diversas áreas estratégicas de IBERDROLA, extendiéndose, entre otras, a la producción de energía, una de las principales áreas de negocio del Grupo IBERDROLA.
5. IBERDROLA, que contará con Uría y Menéndez como asesores en este asunto, espera que ACS acredite que es accionista agrupado durante todo el tiempo que dure el proceso de impugnación y que aglutine el número suficiente de acciones en función del nuevo capital social de la Empresa y de la reducción a 14 del número de consejeros, dentro de las mejores prácticas de Gobierno Corporativo. En conclusión, IBERDROLA afirma que ACS mantiene un conflicto de competencia estructural y permanente con la Compañía.
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