El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha inaugurado en el Congreso de los Diputados las habituales sesiones de control al Gobierno respondiendo a tres preguntas referidas al sistema de pensiones, las transferencias al Gobierno vasco de las políticas activas de empleo y la situación económica. Al diputado de CiU, Josep Antoni Durán i Lleida, que preguntó si el Gobierno asume la necesidad de alcanzar un amplio consenso para reformar el sistema de pensiones, el Presidente respondió que el Ejecutivo «no sólo lo asume sino que lo defiende». Añadió que esa es la trayectoria del grupo socialista desde que se alcanzó el Pacto de Toledo en 1995.
Explicó que el documento sobre el futuro de las pensiones aprobado por el Gobierno se ha remitido a esta Cámara para su «evaluación, estudio y diálogo» en la Subcomisión del Pacto de Toledo y para que sirva como «elemento de debate». Agregó que si el Ejecutivo no hubiese realizado propuestas se le hubiese reprochado que no tenía una posición sobre el futuro de nuestras pensiones. Defendió el documento presentado por el Ejecutivo y la necesidad de consenso para que la solidez y fortaleza de nuestro sistema de pensiones sea aún mayor en el futuro y garantice la protección social de los trabajadores del mañana.
En respuesta al diputado de EAJ- PNV, Josu Iñaki Erkoreka, que se interesó por las transferencias en materia de políticas activas de empleo, Rodríguez Zapatero confirmó que hay un proceso de diálogo abierto y que el Gobierno dará a su grupo parlamentario toda la información exacta. Añadió que el Gobierno tiene la máxima voluntad de llegar a un acuerdo, en un tiempo razonable. Para ello aconsejó mantener una posición «constructiva» alejada de «posturas maximalistas».
Al diputado del PP, Mariano Rajoy, que criticó la política del Gobierno para afrontar la crisis, le contestó que «el PP sabe, pero quiere ignorar» que la economía mundial vive la crisis más grave desde hace 80 años. Añadió que buena parte de los países desarrollados acaban de dejar la recesión y que España está «a punto» de hacerlo. Reconoció que la consecuencia más grave de la crisis ha sido la destrucción de empleo, especialmente, en España, pero aseguró que los desempleados nunca han tenido mayor nivel de protección. Pidió el esfuerzo de todos para reducir el déficit en todas las Administraciones Públicas y para que la posición internacional de España, su solvencia y crédito se mantenga. En este sentido reprochó al PP la exageración y alarma que crea con sus declaraciones porque daña la credibilidad de nuestro país. Además, recordó que la deuda de España es ahora inferior a cuando gobernaba el PP y que en estos momentos cuesta menos emitir deuda a diez años que entonces.
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