Hasta ahora sólo conocíamos la gula del norte, pero ayer la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, a falta de otros argumentos, abordó el debate sobre las pensiones, espoleada por Soraya Sáenz de Santamaría, con el latiguillo de que los del PP tienen “ansia y gula de poder”. Y se quedó tan pancha. Lo del ansia no es cita de Rubini o de Krugman, sino del humorista José Mota, y lo de la gula debe atribuírsele a Arguiñano. En estas fuentes económicas bebe la “vice” para no ir a la zaga de las nuevas virtudes cardinales que ha esgrimido Zapatero contra la crisis: responsabilidad, trabajo y temple; o las del parlamentario que jaleó al presidente en el Senado, Arcadio Díaz Tejera, quien agradeció a ZP su “chute de optimismo”. Con estos mimbres quiere el Gobierno rebajar el déficit en cincuenta mil millones de euros en tres años, reducir la deuda anual del 12 al 3 por 100 y cumplir nuestros compromisos de devolver el principal y los intereses de más de seiscientos mil millones de euros.
Con ser estos datos preocupantes más lo es el desconocimiento de que hace gala el presidente del Gobierno y su ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, José Blanco, acerca del funcionamiento de las finanzas internacionales. La especulación forma parte de la vida diaria de los mercados y no responde a ninguna conspiración. Las divisas compiten entre sí y sirven para algo más que para comprar mercancías. Los movimientos especulativos sobre el euro, el dólar, la libra o el yen están a la orden del día y a veces no son tan diabólicos, ya que una depreciación del euro puede favorecer nuestras exportaciones. Algunas de las grandes fortunas, como la del hoy filántropo George Soros -estimada en más de siete mil millones de dólares-, se gestaron especulando contra la libra y poniendo contra las cuerdas al Banco de Inglaterra. Así se la gastan los mercados y no vale explicarles la Ley de memoria histórica, las políticas de género o la alianza de civilizaciones. Sólo entienden de riesgo y rentabilidad. Esas son las reglas; lo demás, ansia y gula.
Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el diario La Gaceta (Madrid), el día 11 de febrero de 2010
0 Comentarios.