El Índice de Precios de Consumo (IPC) subió cinco décimas en noviembre respecto al mes anterior, y diez décimas en tasa interanual, de forma que el IPC se situó en el 0,3%. El mes pasado, la tasa de inflación se situaba en el -0,7%, y hace 12 meses, en el 2,4%.
Los precios retornan así a niveles positivos por primera vez desde febrero de este año, tal y como había previsto el Gobierno, dado que en el último trimestre de 2008 se produjo un importante descenso de los precios del petróleo. Así pues, era de esperar una rápida recuperación de la tasa de inflación como la observada, debida al impacto que el componente energético tiene en la cesta de precios.
Los componentes energéticos explican precisamente la parte fundamental de este último avance. En tasa interanual, los carburantes representan nueve de las diez décimas del alza de precios. Por lo que se refiere a las tasas de variación mensual, destacan las aportaciones de vestido y calzado (+4,5%), carburantes y combustibles (+2,6%), y productos energéticos (+1,9%).
En cuanto a la inflación subyacente, que excluye los elementos más volátiles como energía y alimentos no elaborados, aumentó cuatro décimas en noviembre, de forma que en tasa interanual avanza una décima hasta el 0,2%. Este último dato refleja que el regreso a tasas positivas no se debe exclusivamente a la energía sino que también los componentes más estables del IPC continúan creciendo en tasas positivas.
El INE ha publicado también el IPC armonizado correspondiente al mes de noviembre, que se situó en el 0,4% interanual. De confirmarse el dato adelantado por Eurostat para el conjunto de la zona del euro, estimado en un 0,6%, el diferencial de inflación con la media de la eurozona se reduce tres décimas, y es favorable para nuestro país en 0,2 puntos.
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