Nadie puede negarle al Gobierno su proverbial optimismo. Tras la confirmación por el Instituto Nacional de Estadística de la brutal caída del PIB en el primer semestre del año, el Gobierno insiste en que cada vez estamos mejor y que todo queda dentro de los márgenes del Objetivo de Estabilidad. La Nota de Prensa, técnicamente correcta, es un alarde de ingeniería contable.
La economía española ha empezado a mostrar una significativa moderación en los ritmos de crecimiento negativo que viene presentando los últimos trimestres. Según los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral, que hoy ha publicado el Instituto NacionaI de Estadística (INE), el Producto Interior Bruto registró en el segundo trimestre de 2009 una tasa intertrimestral del -1,1%, frente al retroceso del 1,6% estimado para el periodo inmediatamente anterior. En términos interanuales la economía española ha experimentado una contracción del 4,2%.
Este desempeño está en línea con las previsiones macroeconómicas aprobadas por el Gobierno el pasado mes de junio y es compatible con el Objetivo de Estabilidad para el periodo 2010-2012, que prevé un crecimiento negativo para este año del 3,6%.
En el segundo trimestre, la aportación positiva del sector exterior al PIB creció hasta los 3,1 puntos, mientras que la demanda nacional restó 7,3 puntos al crecimiento.
Los dos principales componentes de la demanda interna, consumo y formación bruta de capital, registraron tasas negativas de crecimiento, si bien su comportamiento durante el segundo trimestre mostró una moderación en la intensidad de su contracción.
El consumo decreció un 3%, muy condicionado por el retroceso del 5,9% en el gasto de los hogares, que se ha visto compensado en buena medida por la mayor intensidad del consumo de las Administraciones Públicas, que ha experimentado un crecimiento positivo del 5,1%.
Por lo que se refiere a la inversión, registró una tasa de variación negativa interanual del 17%. Sin embargo, su contracción durante el segundo trimestre (-3,9%) ha sido significativamente más moderada que en el primero (-6,3%), una pauta que se aprecia con especial intensidad en el segmento de los bienes de equipo, dónde se ha pasado de un retroceso intertrimestral del 14,4% a un descenso del 6,5%.
En cuanto al sector exterior, las exportaciones y las importaciones continuaron registrando un signo negativo en la perspectiva interanual durante el segundo trimestre del año, si bien en un tono algo menos intenso que en el arranque del ejercicio. Respecto al trimestre anterior, las exportaciones mostraron su primer dato positivo en cinco trimestres (0,6%), aprovechando la reactivación económica de algunas economías de nuestro entorno más inmediato; y la caída de las importaciones fue apenas del 2,3%, en contraste con el -11,5% registrado en el dato de Contabilidad Nacional del primer trimestre.
Desde la perspectiva sectorial, todos los sectores registraron tasas negativas de crecimiento respecto al mismo periodo del año precedente. No obstante, su comportamiento respecto al trimestre anterior fue significativamente mejor en casi todos los casos. Energía mostró una contracción del 1,4% frente al 4,1% de tres meses antes, construcción pasó de un crecimiento negativo del 2,1% a tasas negativas del 0,7% y el sector servicios apenas retrocedió un 0,2% frente al 0,8% del trimestre anterior. Agricultura, ganadería y pesca, que ya había mostrado un crecimiento intertrimestral positivo del 0,2% en el primer trimestre del año, cerró el segundo con un crecimiento del 0,5%. Sólo la industria se contrajo más que en el periodo precedente.
El empleo equivalente a tiempo completo se redujo un 7,1% en tasa interanual, con lo que la cifra de ocupados se situó en 17.785.800. Por sectores, destaca el crecimiento del 1,1% del empleo en el sector energético. En el resto de los sectores se redujo la ocupación: un 2,7% en servicios, un 3,6% en la agricultura y la pesca, un 12,8% en la industria y un 25,3% en la construcción.
La productividad del trabajo creció en el segundo trimestre un 3,2%.
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