Miguel Ángel Fernández Ordóñez ha declarado en su discurso ante el Consejo de Gobierno, dentro del informe anual de la institución publicado hoy, que «es muy probable que el momento de mayor contracción de la actividad haya sido ya superado». Ordóñez, además, ha afirmado que «el proceso de destrucción de puestos de trabajo puede prolongarse durante algún tiempo y la tasa de paro continuar todavía su senda ascendente». En opinión del gobernador, hay que aplicar reformas profundas para remover los obstáculos que impiden a la economía española «seguir avanzando en el proceso de convergencia con Europa». Por otro lado, se ha mostrado tajante en cuanto a la acción gubernamental: «Se han «agotado las posibilidades de la política fiscal para impulsar el gasto».
Fernández Ordóñez insistió, además, en que el sector financiero español está abocado a la reestructuración para afrontar el exceso de capacidad y con el objetivo de afianzar un sistema «sólido y eficiente». El gobernador destacó que es importante que las entidades financieras acometan los cambios necesarios para adaptarse a la nueva realidad. El Banco de España sostiene también que, aunque las entidades financieras españolas han sufrido menos que las de otros países, no son «inmunes» al deterioro de la economía real, por lo que su posición financiera se verá sometida a «presiones».
El Banco de España advierte en su informe anual de que las subidas de impuestos para equilibrar las cuentas públicas pueden «esterilizar» los efectos expansivos de las medidas adoptadas por el Gobierno para reactivar la economía. Además, vaticina que las familias y empresas españolas verán cómo se debilita su situación patrimonial en los próximos meses. El Banco de España obtuvo un beneficio neto de 2.090,19 millones de euros en 2008, lo que implica un incremento interanual del 4,25% a pesar de la crisis.
Matías Rodríguez Inciarte, vicepresidente de Santander, ha destacado que le da «tranquilidad» que el proceso sea tutelado por el Banco de España. No obstante, Inciarte ha subrayado que las ayudas deben circunscribirse a entidades viables y que las posibles operaciones deben realizarse a precios de mercado y evitando distorsionar la competencia. En este sentido, Inciarte ha explicado que, a falta de conocer los detalles del plan, parece que el esquema propuesto no afectará a la competencia, uno de los requisitos que ha defendido Santander. Además aseguró que «lo peor de la crisis ha podido pasar ya», tal y como reflejan algunos indicadores del sector financiero que pueden interpretarse como avances de la situación que atraviesa la economía real.
El presidente del Banco Popular, Angel Ron, descartó que la entidad vaya a necesitar acudir al Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancaria (FROB), al asegurar que no contempla recurrir a estas ayudas públicas «ni siquiera en una situación extrema». «El banco cuenta con el nivel de capital tangible más alto de Europa, por lo que no prevemos acudir al FROB ni siquiera en una situación extrema», explicó Ron durante su intervención en el curso que se celebra la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander. Ron opina que el plan de rescate que prepara el Gobierno es necesario para salvaguardar la integridad del sistema financiero, aunque cree que una mala praxis en la nueva regulación podría dañar la competencia. Además, añadió que el Popular está concentrado en estos momentos en el crecimiento orgánico y no está interesado en adquisiciones.
El presidente del ICO, Aurelio Martínez, ha calculado que para el mes de agosto este organismo será responsable del cien por cien del nuevo crédito concedido en el último año, unos 8.000 millones de euros.
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