El déficit de las Administraciones Públicas ha alcanzado en 2008 el 3,82 por 100 del PIB, con una diferencia entre ingresos y gastos de 41.874 millones de euros. Esta cifra barre de un plumazo todas las previsiones y apunta una vez más contra la línea de flotación de las cuentas públicas. Ya hay predicciones que señalan un déficit este año del 8 por 100, casi tres puntos más que el de Solbes. El presidente del Gobierno ha justificaba la batería de medidas anticrisis basadas en una expansión del gasto social apelando a la consolidación del Estado del bienestar. Pero las cifras son tercas y se niegan a hacer justicia a las buenas intenciones del Gobierno que cosecha derrota tras derrota en todos sus frentes ante los cuatro jinetes del apocalipsis de la crisis: paro, déficit, deuda y solvencia. Más bien parece que lo que se pretende mantener es el bienestar del Estado en esa teoría de que las naciones nunca quiebran, ya que la clase política sobrevive a las peores circunstancias, y ahí tenemos, por ejemplo, los casos de Argentina o Islandia. ¿El Estado? Bien, gracias… Zapatero se prepara ahora para acudir a la nueva cita del G-20 en Londres. Más trasiego de viajes, comisiones de trabajo, dietas, informes, etc. Tendrá ocasión de presentar sus logros en estos tres meses de medidas anticrisis. España, bien gracias…, los españoles no tanto.
Artículo publicado por Jesús F. Briceño en el Diario La Razón (Madrid), el 25 de febrero de 2009
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