Nada nuevo bajo el sol. El BCE baja los tipos de interés, pero la medida tardará en llegar a los bolsillos de los consumidores. La crisis aprieta y ahoga a los parados pero los demás, especialmente políticos, funcionarios y pensionistas no lo notan. Si añadimos a éstos los trabajadores de las grandes empresas que no verán mermada el año próximo su capacidad adquisitiva, pues tenemos aproximadamente dieciséis millones de ciudadanos indemnes a la crisis. Otra cosa es la percepción y todo el mundo dirá que la economía va mal, aunque a él le vaya bien. Y los mismos que votaron a Zapatero hace seis meses dirán ahora que nunca lo votarán por mal gestor. Cosas de la política. Como la ministra de Vivienda que ahora ha entendido el problema y es que las casas no se venden porque están muy caras, no por culpa del precio del dinero. Hace seis meses decía que era buen momento para comprar porque ya no bajarán más y ahora pide a los constructores que las pongan más baratas.
El Banco Central Europeo (BCE) ha reducido los tipos de interés de la zona euro en tres cuartos de punto, lo que representa el mayor recorte del precio del dinero adoptado jamás por la institución y que sitúa la tasa en el 2,5%, a niveles del segundo trimestre de 2006. Por su parte, la inflación de la zona euro registró en noviembre su cuarta bajada consecutiva y se situó en el 2,1% anual, 1,1 puntos por debajo del dato de octubre. Por su parte el Euribor se ha situado en el 3,777%, tras bajar 1,97 puntos.
Casi tres de cada cuatro españoles (71,5%) dicen que el desempleo es su principal preocupación, una cuota histórica que se refleja en la encuesta del CIS, en la que la confianza de los ciudadanos en la economía toca fondo y se sitúa en su cifra más baja de los últimos años. De hecho, un 65,9% de los encuestados sostiene que la situación económica de España es «mala » o «muy mala», y tan sólo un 4,3% considera que es «buena» o «muy buena». Tras la inquietud por el paro, que el pasado mes de octubre encabezaba la lista de preocupaciones con un 64,9%, se sitúan los problemas de índole económica, citados por el 58,1% de los españoles, casi cuatro puntos más que el mes anterior, y el terrorismo, mencionado por el 21,7%.
La revista The Economist advierte en su próximo número que lo peor está por venir respecto a la crisis del sector inmobiliario español y que el mercado se va a encargar de terminar con una queja constante de los españoles durante los últimos años, la de que la vivienda tiene unos precios exorbitantes. Como el ladrillo ha sido la apuesta segura durante mucho tiempo, a los españoles les resulta difícil de entender que los precios caigan tan drásticamente, afirma la revista británica.
El presidente francés Nicolás Sarkozy ha anunciado un plan de estímulo para reactivar la economía del país por valor de 27.000 millones de euros durante los próximos dos años y que concede una atención especial al sector del automóvil, que general el 10% de los empleos directos, y al de la construcción. Francia ha sido el último país de la UE en abrir sus arcas públicas para atajar el impacto de la crisis financiera internacional en la economía real.
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