El mercado asiste atónito a los nuevos capítulos que se van conociendo sobre el interés de Lukoil por Repsol, o habría que decirlo al revés, el presunto interés del Gobierno porque Repsol pase a ser controlada por Lukoil. Según pasan los días el asombro es mayor, toda vez que los rusos no pagan en dinero, sino como se dice vulgarmente, con pepelitos. Tampoco se entiende muy bien el interés del Santander y de la Caixa por quitarse de encima estas acciones, salvo que la necesidad de hacer caja sea mayor de lo que se presuponía. El único que de verdad sale bien parado es Luis del Rivero, ya que le endosa la deuda de su aventura inmobiliaria de Sacyr-Vallehermoso a otro, eso sí con las bendiciones de Zapatero, y sálvase quien pueda. La verdad es que ver a este señor tan rico (o tan pobre) ir de desayuno en desayuno y de sarao en sarao sin inmutarse, saludando a diestro y siniestro, llama la atención, porque a un empresario normalito en su lugar no le llegaría la camisa al cuello.
Y en estas estamos cuando en plenas negociaciones sobre su futuro accionarial, Repsol ha designado a Jesús Fernández de la Vega, hermano de la vicepresidenta del Gobierno, para ser el director general de su fundación. Repsol ha dicho en un comunicado que descartó un posible acuerdo con el grupo ruso Lukoil en enero de 2007 y rechaza cualquier injerencia externa en esa decisión. Las conversaciones contemplaron «un cruce de participaciones accionariales y un acuerdo de participación conjunta en reservas de petróleo» cuyo objetivo era aumentar las reservas de crudo de Repsol. La compañía subraya que estas negociaciones «iniciadas a finales de 2006, se suspendieron por decisión de la Comisión Delegada, tomando en consideración la inoportunidad de modificar la estructura accionarial de la empresa» tras la incorporación de Sacyr como primer accionista del grupo. Por último, Repsol explica que su presidente, Antonio Brufau, «no recibió indicación alguna por parte de ninguna persona ni de instancia externa a la compañía para la toma de dicha decisión». Miguel Sebastián ha asegurado que la entrada de Sacyr Vallehermoso en Repsol YPF en 2006 fue «voluntaria» y obedeció a una decisión «estrictamente empresarial en la que el Gobierno no participó en absoluto». Sebastián puntualizó que mientras estuvo al frente de la Oficina Económica del Gobierno no vetó la entrada de la petrolera Lukoil en el accionariado de Repsol YPF.
Según los mercados el acuerdo de venta de una participación del 29,9% de Sacyr Vallehermoso y Criteria en Repsol a la rusa Lukoil implicaría de manera colateral una salida parcial o total de la petrolera de Gas Natural, con la posibilidad para el holding de participadas de La Caixa de elevar su participación en la gasista hasta el 49,9% sin necesidad de lanzar una oferta pública de adquisición (OPA) de acciones, informa Fortis. Criteria y Repsol, los dos principales accionistas de Gas Natural con una participación del 37,5% y del 30,85% respectivamente, tienen un pacto de control y gobierno en la gasista. Y a todo ésto, ¿qué dice Solbes…?
0 Comentarios.