Freddie y Fannie le han hecho un favor a Zapatero. La nacionalización de estos dos gigantes hipotecarios por la administración Bush ha dado alas a los defensores del intervencionismo del Estado en los asuntos privados de los ciudadanos, restando argumentos a quienes defienden que el mercado debe regularse por sí mismo e incluso purgarse tras los excesos de la última década. A la falta de iniciativa del Gobierno de Rodríguez Zapatero ante una crisis que cada vez consume más recursos y genera diariamente nuevos miles de parados, la decisión americana le ha venido como el bálsamo de Fierabrás ya que de un plumazo los medios de comunicación dan la razón a una política marcadamente socialista, como lo es la de la nacionalización, y de otra ha tenido una ilusoria repercusión en los mercados bursátiles que subieron como la espuma en una jornada marcada por los especuladores.
En medio de una de las mayores crisis económicas cuyo fondo aún se desconoce y que está afectando a todos los sectores, especialmente a los que mayor mano de obra demandan, como la construcción o el automóvil, va a ser la economía financiera, la de los ricos ociosos -según la terminología socialista- la que salve la cara de este Gobierno. Veremos como en breve el ministro Solbes, que es una sombra de lo que fue, dice en algún foro relevante, como también lo hizo Solchaga en su día en una reunión de la APD, que España es uno de los mejores lugares del mundo para hacer negocios, al tiempo que hace oídos sordos al incremento de las listas del paro. Y es que todo está en almoneda, todo se compra y se vende al mejor postor. Lo importante es que haya recursos para la pagar la subvención, aunque ello suponga recaer en los errores de antaño y generar nuevos déficits al Estado. Ya vendrá otro Gobierno que lo arregle. Aborto, eutanasia y memoria histórica es lo que mola esta legislatura, como en la pasada fueron la reforma de los estatutos de autonomía, los matrimonios gays y educación para la ciudadanía, y estos temas serán los lo que acapararán los titulares del otoño hasta que se se enciendan las luces de Navidad.
El Gobierno vuelve la vista a los mercados financieros y es que la limpia tan brutal que se ha producido en la Bolsa española este ejercicio con caídas de entre el 30 y el 70 por 100 en la mayoría de los valores, vuelve a hacer atractivos unos títulos que tienen poco que perder y sí mucho que ganar. Aunque sólo sea por su rentabilidad por dividendo, que es como comprar billetes de la lotería con reintegro seguro, ya hay trece valores del IBEX que ofrecen rentabilidades superiores al 6 por 100, cuando el papel del Estado está entre el 4 y el 5 por 100. Invertir en los siguientes valores del IBEX ofrece mucho que ganar y prácticamente poco que perder a los precios actuales: ACS (6,35 por 100 de rentabilidad por dividendo); Banesto (6,42 por 100); BBV (6,92 por 100); BME (9,29 por 100); Criteria (6,16 por 100); Endesa (5,51 por 100); FCC (5,97 por 100); Popular (7,09 por 100); Repsol (5,19 por 100); Sabadell (5,08 por 100); Santander (6,21 por 100); Tele 5 (11,57 por 100) y Telefónica (5,91 por 100).
La Economía real seguirá hundiéndose pero es posible que la Bolsa renazca de sus cenizas y de aquí a final de año ofrezca más de una alegría a los inversores a los que les quede dinero después de haberlo perdido casi todo. El Gobierno se agarrará a este clavo ardiendo y a las empresas, sobre todo a las más grandes, no les quedará más remedio que bailar al sol que más calienta. Si Bush ha sido capaz de nacionalizar en un gesto flagrante de hipocresía programática dos de sus más importantes empresas americanas, ¿que no será capaz de hacer Zapatero?
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