Espectacular puesta en escena del ministro marroquí de Economía y Finanzas Salah Eddine Mezouar en el Fórum Europa organizado por Nueva Economía, la institución que dirige con probada eficacia José Luis Rodríguez. El ministro marroquí, sin chaqueta y en un casi perfecto castellano, con aires de escuela de Chicago, hizo una presentación de la economía marroquí que provocó la envidia en el selecto grupo de españoles que le escuchaban, bajo la atenta mirada, entre otros, del presidente de Red Eléctrica Luis Atienza, principal patrocinador del acto y de los representantes de BT y Asisa. Lo que más sorprendió al auditorio fue la decidida apuesta del ministro marroquí por un modelo de desarrollo basado en tres pilares: consolidación de la democracia; apertura, liberalización y desmonopolización; y desarrollo humano y aproximación al ciudadano. Y abundando en el primer punto Salah Eddine hizo especial hincapié en dos de los factores que más suspicacias levantan en Europa respecto de los países árabes y musulmanes: el refuerzo del estatuto de la mujer y la libertad y los derechos humanos.
Pero al margen de su presentación lo más destacado fueron las respuestas de Salah Eddine Mezouar a las preguntas que le formularon en el Foro, entre las que destacaron las que abundaron en la posición de Marruecos frente a Occidente: Marruecos no ve el futuro fuera de Europa; sobre Ceuta y Melilla: Ceuta y Melilla son marroquíes y ese es un problema que lo que tiene que gestionar el tiempo, quizá dentro de 10 ó 20 años, en un mundo sin fronteras como las actuales. Respeto a la Unión Económica del Magreb: el modelo es imprescindible para el futuro de la región y hay que llevarlo a cabo con inteligencia como en Europa y abogó por que el cambio generacional que se está produciendo entre sus vecinos, especialmente en Argelia, allane los problemas para la constitución de una Unión Económica Magrebí.
Otros dos temas candentes para España se pusieron sobre la mesa. Marruecos está estudiando el desarrollo de la energía nuclear por lo que se podría convertir en exportador de energía para España invirtiendo la actual situación de dependencia aunque en este momento está apostando por energía alternativas, centrales de carbón y renovables. El ministro puso fecha al túnel del estrecho en 2020 y por último quitó hierro a la repercusión que la crisis económica española tendrá sobre el colectivo emigrante marroquí, ya que dijo que la crisis es más psicológica que real y que los que quieran retronar encontrarán un país con más oportunidades que cuando emigraron. Al final del acto y comentando las espectaculares cifras presentadas por el ministro Salah Eddine, un diplomático español de larga trayectoria me decía: sería fantástico si fuera verdad.
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